El secretario de estado estadounidense John Kerry advirtió el martes que Siria podría dejar de ser un país unificado si el cese de hostilidades que ha sido planeado no contribuye de manera exitosa a detener el conflicto que se prolonga ya durante cinco años.
“Puede que si esperamos mucho tiempo más sea demasiado tarde para mantener Siria completa,” dijo Kerry en el curso de un testimonio ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Sin embargo, no defendió una partición del país. A pocos días de que entre en vigor el cese de hostilidades, en la medianoche del viernes, el diplomático reconoció que no confía en su éxito.
“No voy a decir que es seguro que este proceso sea efectivo, porque no lo sé,” dijo Kerry.
Este punto de vista lo sostiene también el homólogo de Kerry en el Pentágono, Ashton Carter. “Creo que existe cierta dosis de escepticismo, y, en cualquier caso, el Secretario se mantendrá observando, como todos los demás, para ver si Rusia cumple o no con este acuerdo, y si lo cumplen los demás también,” declaró a la prensa el portavoz Peter Cook.
Aún así, Kerry insistió en que se le deje tiempo a esta tentativa para detener las hostilidades para que surta efecto.
“Es el momento de tratar de ver si podemos hacer o no que esto funcione,” dijo, “no de encontrar formas de decretar su fracaso por adelantado y de comenzar a hablar de todos los inconvenientes de lo que podamos hacer después”.
La zona al norte de Alepo, donde las fuerzas del gobierno sirio y las YPG han avanzado con respecto a las posiciones rebeldes sirias, se convertirá en una prueba crítica del acuerdo naciente, según dijo el enviado para Siria del presidente Barack Obama.
“Si el cese de hostilidades arraiga y perdura, deberíamos presenciar un serio freno a la escalada de violencia en esa región,” dijo Brett McGurk durante una sesión informativa especial de la Casa Blanca.
El intento anterior de detener la violencia en curso, que a través de mediaciones estaba planeado para el 11 de Febrero, pasó sin que se produjera ninguna tregua en las hostilidades.
Con poderes regionales y mundiales tomando parte en las negociaciones, el acuerdo pedía la reanudación del envío de ayuda humanitaria a las zonas del país que han permanecido sitiadas por fuerzas del gobierno y de la oposición.
Hasta ahora, la ayuda ha alcanzado cinco zonas sitiadas, y de acuerdo con el Departamento de Estado se están haciendo progresos con respecto a una sexta localización.
“La ayuda humanitaria a estas zonas sitiadas, así como para todas las comunidades sirias, debe ser respaldada y apoyada por la comunidad internacional, y no empleada por el régimen como moneda de cambio,” declaró el portavoz John Kirby, señalando que hay más envíos previstos para los próximos días.
Con respecto a las preguntas sobre la insistencia de su administración en que el presidente sirio Bashar al-Assad abandone el poder, Kerry mantuvo su resolución en que el líder sirio debe dimitir. “En tanto que Assad esté ahí, no se puede detener la guerra”, dijo.
“La gente no entiende cómo alguien que ha gaseado a su propio pueblo, que ha desplazado y empujado a tantos al estatus de refugiados, que los ha torturado, matado de hambre, que los ha bombardeado con bombas de barril... cómo ese alguien va a ser el pegamento que devuelva la unidad al país, es algo que nadie puede comprender”.
Kerry no mencionó qué alternativas se están sopensando en caso de que una transición política resulte inalcanzable, pero aseguró que existen “escenarios Plan B” que están siendo evaluados.
Subrayando las tensiones demográficas del país, McGurk acentuó la necesidad de que la ciudad de Shedadi en el nordeste de Siria, de mayoría árabe, permaneza en manos árabes -cuando fuerzas dirigidas por los kurdos están luchando para arrebatarla a Daesh-.
“En lo que me estoy centrando principalmente es también es en la política de esta situación: quién va a gobernar después una ciudad como Shedadi,” dijo, señalando que aproximadamente el 40% de los miles de combatientes que están tratando de expulsar a Daesh no son kurdos. “Es primariamente una ciudad árabe, y estamos trabajando muy de cerca para asegurar que es la población local la que controle la ciudad una vez que haya sido limpiada del ISIL”.
Tanto Obama como los líderes europeos, incluyendo al primer ministro británico David Cameron, al presidente francés Francois Hollande y a la canciller alemana Angela Merkel, debatieron el acuerdo para el cese de hostilidades a través de una videoconferencia el pasado martes.
“Los líderes dieron la bienvenida a la perspectiva de un cese de hostilidades en Siria, tal y como lo delinea el entendimiento alcanzado en Munich el 11 de Febrero, llamaron a todas las partes a implementarlo de manera fiel, y reafirmaron su compromiso con una transición política en Siria que conduzca a una paz duradera y a un gobierno legítimo para el pueblo sirio,” dijo la Casa Blanca. “Los líderes enfatizaron la importancia de un cese inmediato de los bombardeos indiscriminados contra población civil”.
“El presidente también debatió con sus homólogos los pasos para aliviar la crisis humanitaria en Siria, la importancia de la misión de la OTAN así como la coordinación entre Grecia y Turquía para gestionar el flujo de inmigrantes a Europa”.
Un portavoz de la canciller alemana Angela Merkel dijo que todos los líderes se mostraron de acuerdo en la necesidad de tomar pasos urgentes para rebajar tensiones y suministrar ayuda humanitaria, especialmente en la región de Alepo.
“En tanto que los bombardeos de la Fuerza Aérea Rusa y del ejército sirio ya han causado gran sufrimiento a la población civil, detenerlos sería un factor esencial para calmar la situación”, manifestó Steffen Seibert en un comunicado de prensa publicado tras la videoconferencia.
Subrayó que todas las partes implicadas seguirán de cerca la implementación del acuerdo para el cese de hostilidades.
“En particular, no deben producirse bombardeos contra la oposición siria moderada ni contra la población civil. Una responsabilidad especial para ello recae sobre los gobiernos sirio y ruso,” acentuó.