Cuarenta años después de que los palestinos anunciaran por primera vez la huelga que daría lugar al ‘Día de la Tierra’ en los territorios ocupados de 1948, la cuestión del territorio sigue estando muy presente hoy día, en 2016, y sigue existiendo un conflicto entre los propietarios palestinos del terreno y las autoridades israelíes.
Tras la confiscación de la mayor parte del terreno palestino en Galilea y en el Triángulo, la cuestión de la tierra está centrada ahora en la zona del Negev. 28 años después de la Nakba, el 30 de Marzo de 1976, los disturbios del Día de la Tierra se desencadenaron tras una larga campaña de las autoridades israelíes en las que confiscaron la mayor parte de las tierras palestinas. Se trataba de terrenos agrícolas, así como de reservas de territorio que podían servir al crecimiento de la población palestina.
Estas tierras fueron confiscadas para construir asentamientos judíos entre 1950 y 1960. Los mayores de entre estos asentamientos son Illit Nazareth, cerca de Nazareth, y Karmiel, cerca de Al-Shaghour.
Además, se establecieron pequeñas colonias en las cimas montañosas que dominan las localidades árabes vecinas. Este proyecto tenía como fin judaizar Galilea, es decir, lograr que su población judía fuera mayor que la población árabe. Sin embargo, este objetivo todavía no ha sido alcanzado.
Por otro lado, el proyecto de “judaizar el Negev”, al contrario que el proyecto de “judaizar Galilea”, está vinculado, según los planes del gobierno israelí y de organizaciones sionistas como Keren Kayemet LeYisrael –el fondo de financiación permanente de Israel-, no sólo al propósito de confiscar tierras, sino también al desplazamiento de los beduinos palestinos que son dueños de las tierras, para reunirlos en otras localidades.
En línea con estos propósitos, durante los últimos años el gobierno israelí ha aprobado planes para establecer localidades judías y ‘granjas individuales’ en el Negev después de que sus habitantes sean expulsados y sus construcciones demolidas.
Las tierras de los beduinos en el Negev, que las autoridades israelíes quieren confiscar, incluyen 38 pueblos que las autoridades israelíes se niegan a reconocer, a pesar del hecho de que ya existían antes del establecimiento de Israel y cuentan con una población de más de 90.000 beduinos del Negev.
A consecuencia de ello, los pueblos no reconocidos carecen de todos los servicios que el Estado está obligado a suministrar a sus ciudadanos, como conectarlos a la red eléctrica y a la canalización, las carreteras asfaltas y la construcción de instituciones educativas y sanitarias, etc. Aparte de las tierras sobre las que se levantan estos pueblos no reconocidos, el Negev también cuenta con tierras cultivadas, o utilizadas con fines ganaderos, por los Beduinos y los otros habitantes. El área que las autoridades israelíes están tratando de confiscar suma, según las estimaciones, unas 80.000 hectáreas.
La política israelí de no reconocer la propiedad beduina de las tierras del Negev pretende hacer pasar a los beduinos de dueños legítimos de los terrenos a la categoría de “criminales” e “invasores”. En base a esta política, las autoridades israelíes están demoliendo sus hogares, fumigando sus cosechas con pesticidas, confiscándoles el ganado, etc.
Sin embargo, el quid de la cuestión está en que históricamente los beduinos son los propietarios legítimos de las tierras del Negev. Durante cientos de años esto fue un hecho aceptado, demostrado por el hecho de que durante el mandato británico, y antes del establecimiento de Israel, los judíos compraron tierras en el Negev a los beduinos para construir sus kibbutzim.
¿Por qué ha demolido el gobierno israelí cientos de veces el pueblo de Al-Araqeeb, y cómo ve el “gobierno” a los beduinos? El primer ministro israelí Binyamín Netanyahu respondió a esta pregunta en Julio de 2010. “Somos un estado nación, lo que significa que la soberanía de este país en general está reservada al pueblo judío. […] En la actualidad, está en marcha una campaña internacional contra la definición de Israel como un estado judío. No quiero dejar las cosas tal y como están, porque en cuanto a este asunto estamos siendo atacados. Lo importante de estos ataques es que existen diversos elementos que pueden exigir sus propios derechos nacionales y los derechos de un estado dentro del estado de Israel –en el Negev, por ejemplo, si se convierte en una región sin mayoría judía-. Esto ocurrió en los Balcanes y constituye una amenaza real”.
Con el 40 aniversario del Día de la Tierra aproximándose, la guerra de Israel contra sus “ciudadanos” árabes palestinos por el control de sus recursos sigue en marcha. Israel ha conducido esta guerra contra sus hermanos durante casi 50 años en los territorios ocupados en 1967 para hacerse con sus recursos a través del proyecto de los asentamientos.
En tanto que los sucesivos gobiernos de Netanyahu durante los últimos siete años han devuelto al conflicto al periodo anterior a 1948 a través del uso de las políticas citadas y de otras estrategias hostiles, no es sorprendente descubrir a los palestinos de 1948 desempeñando un papel significativo en el movimiento palestino actual. Israel está en guerra contra todo lo que es palestino.
Traducido de Arab48, 30 de Marzo de 2016.