Los acontecimientos en Egipto se han precipitado últimamente, y así lo han hecho las crisis. El gobierno se ha encontrado a sí mismo cercado desde dentro y desde fuera, y el líder del golpe de estado se mostró visiblemente nervioso y tenso durante su discurso más reciente, al que ya llaman “el discurso escandaloso”. En esta alocución ordenó a los egipcios que le escucharan solamente a él, y repitió esto tres veces. Como si les dijera “Yo soy vuestro dios y os guiaré por la senda del bien”.
Así mismo, Al-Sisi amenazó a todos los que le critican y aseguró ser el único que comprende y conoce los males de Egipto, así como quien sabe cómo poner remedio a estos males. Se burló de todos aquellos que están pidiendo elecciones presidenciales adelantadas o exigiendo su dimisión, preguntándoles “¿Quiénes sois vosotros?”. Es como si estuviéramos enfrentándonos a un nuevo Gaddafi. Sin embargo, Gaddafi dijo estas cosas después de llevar gobernando más de 40 años, mientras que el nuevo Gaddafi lo dice tras tan sólo un año y medio de gobierno. Gaddafi es una idea, y las ideas no mueren cuando lo hace su propietario. En lugar de eso, aparecen nuevos dueños de la idea; y el líder del golpe de estado es un leal seguidor del gaddafismo, o ideología de Gaddafi.
Nos enfrentamos a un enfermo que gobierna un país del tamaño de Egipto, elegido por las agencias de inteligencia americano-sionistas. Por lo tanto, está haciendo todo lo que le piden, incluyendo asfixiar a los palestinos en Gaza e intensificar el cerco al que están sometidos a través del paso de Rafah, destruyendo los túneles, inundando Gaza, demoliendo los hogares de las personas de Rafah que están en el Sinaí, expulsando a sus residentes, arrasando sus tierras y haciéndolos desaparecer por completo del mapa. Además, el líder del golpe de estado ha puesto en la lista de organizaciones terroristas al movimiento islámico de resistencia Hamás, que constituye el honor de la nación musulmana. De esta manera presentó sus credenciales a Israel. ¿Qué más puede hacer para satisfacer a los americanos?
Rememoremos el verso coránico que dice: “Los judíos y los cristianos nunca te aprobarán a no ser que sigas su religión”. Es por ello que el líder del golpe de estado lanzó un ataque contra los pilares de la religión islámica, diciendo que “No podemos permanecer prisioneros de ideas de hace 14 siglos. No podemos permitir que 1.600 millones de personas maten a todo el mundo para poder vivir ellas”. Se declara a sí mismo protector de la religión y de la moral, diciendo que se mantendrá al cargo de la religión y que no habrá un liderazgo religioso. Evidentemente, estas palabras van dirigidas al jeque Al-Azhar, que escuchó estas palabras y no pestañeó ni reaccionó. No mostró preocupación por su religión o por el cargo que ocupaba, que constituía un faro para el Islam en todo el mundo.
Los servicios prestados por el líder del golpe de estado no son los servicios que presta un individuo que verdaderamente ama a su país. Estos servicios sólo los prestan espías; pero aun así sus acciones no han impedido que la administración americana comience a buscarle un sustituto. Esto es lo que le hizo mostrarse tenso y agitado durante su último discurso, en el que acentuó que permanecerá en su cargo y no lo abandonará. No obstante, hace poco había prometido: “¿Por qué salir a las calles? No lo necesitáis. Si no queréis que siga siendo presidente, dimitiré en el próximo segundo”.
Este individuo parece estar sumido en el conflicto y en la crisis por el hecho de que los aliados y seguidores del golpe le hayan abandonado; lo único que le queda son los israelíes que también tienen miedo de la posibilidad de que sea derrocado pronto debido a su fracaso a la hora de gobernar Egipto. Cada día, leemos artículos y análisis que lo sugieren, y que piden a Netanyahu que le ayude a salir del bache por miedo a que los islamistas vuelvan a gobernar Egipto. Un oficial israelí ha admitido incluso que ellos coordinaron, planearon y financiaron la revolución del 30 de Junio.
El líder del golpe de estado se ha visto expuesto, y su mentira ha sido revelada a los saudíes. Después de prometerles lealtad con el fin de obtener de ellos miles de millones de dólares, a la hora de la verdad se echó atrás y empezó a hacer compromisos y a explotarlos durante la operación “Tormenta Decisiva”. Incluso comenzó a tejer contactos entre bambalinas con los hutíes e Irán. También apoya al asesino Bashar Al-Assad y le proporciona armas contra la oposición, que es respaldada por Arabia Saudí. Así que ahora Arabia Saudí está buscando una alternativa para reemplazarle, y es por ello que se reunieron con el antiguo jefe de estado del ejército, Sami Anan. Esto enfureció a la presidencia y preguntaron por los motivos de la visita.
Todos los que planearon, participaron y financiaron el golpe están buscando ahora una alternativa. Esto no ocurre sólo a nivel de los gobiernos, sino también en el de las masas egipcias que salieron a las calles y defendieron el golpe militar, lo que se conoce como el Frente del 30 de Junio. Este frente fue fragmentado, y sus miembros fueron depuestos o expulsados, como por ejemplo el antiguo ministro de justicia Ahmed Al-Zend, que fue la punta de lanza de la contrarrevolución y a pesar de ello después fue expulsado. Lo mismo ocurrió con el diputado y periodista Tawfik Okasha, que afirmó haber desencadenado él mismo el golpe del 30 de Junio. No solamente fue expulsado, sino que ahora está acusado en un caso que le llevará a prisión.
Incluso los periodistas y escritores que apoyaron el golpe están escribiendo ahora artículos más críticos que los de aquellos que se le opusieron. El escritor Abdullah Al-Sinawi, cercano a la institución militar, ha escrito que Egipto se encuentra al borde del precipicio y que Al-Sisi ha perdido su popularidad. También manifestó que no espera que Al-Sisi complete su legislatura, y que Occidente está buscando una alternativa para reemplazarle. El periodista Amr Adeeb, cuyo programa televisión invita a Al-Sisi, dijo que en el extranjero le interrogan acerca de posibles alternativas y que esto es lo que alentó a Hamdeen Sabahi a idear la iniciativa alternativa.
Por consiguiente, todo el mundo está buscando una alternativa. Quizá Dios permita que ocurra algo inesperado y modifique la situación en la que nos encontramos.