El foco palestino, francés y posiblemente el europeo y el global, se encuentran orientados hacia la iniciativa francesa que se propondrá al Consejo de Seguridad de la ONU como la solución al conflicto entre Palestina e Israel.
Estamos acostumbrados a que los funcionarios occidentales se den palmaditas en la espalda cuando se trata de solucionar problemas en Oriente Medio. Estas charlas suelen incluir cierto grado de exigencias de justicia e igualdad hacia los derechos nacionales de los palestinos, de cara a llevar de nuevo a los palestinos a negociar con Israel. Después de que esto es “conseguido”, los funcionarios seguramente olvidarán sus promesas y apoyarán la visión israelí sobre el futuro. Hay un buen número de razones para pensar esto, quizá la más importante de todas sea la presión tanto interna como externa que ejercen Israel y sus lobbies en los EEUU y en Europa.
Este ha sido el caso con Obama, que abandonó todas sus promesas, tal y como hicieron Clinton, George Bush Jr. Y otros antes que ellos. Todos se deshicieron de sus promesas en favor de los palestinos, para pasar al lado de Israel.
No hay más que mirar por ejemplo a lo que sucedió con lo que se conoce como “la primera iniciativa francesa”, durante el mandato de Nicolas Sarkozy. Se puso en marcha tras la reanudación de las rondas de negociación palestino-israelíes, basada en un Estado palestino con las fronteras del 4 de junio de 1967 y las negociaciones de otros temas como los refugiados o Jerusalén. La iniciativa acabó reduciendo los derechos de los palestinos aún más de lo que estaban en el antiguo plan.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu rechazó el plan francés y reiteró la posición de Israel en la necesidad de tener una negociaciones directas sin presión externa. Los palestinos apoyaron la iniciativa. En febrero de este año, Laurent Fabius, ex-ministro de asuntos exteriores francés, tuvo la intención de celebrar una conferencia internacional en julio con el fin de avanzar hacia la solución de los dos estados.
Su sucesor reanudó la iniciativa y explicó que Francia no reconocería de forma automática al Estado palestino si la conferencia resultaba un fracaso. Declaró que el objetivo de Francia es movilizar a la comunidad internacional hacia la solución de dos estados, pero el reconocimiento del Estado palestino no es un requisito previo para las conferencias.
La iniciativa francesa propone el establecimiento de un Estado palestino desmilitarizado en las fronteras del 4 de junio de 1967, con un intercambio de tierras acordadas. También establece que el “estado emergente” debe responder a las “necesidades de seguridad de Israel”, que las negociaciones no duren más de 18 meses y que el Estado palestino reconozca la naturaleza judía de Israel y sus territorios.
Además ambas partes deben establecer normas que garanticen la seguridad de los estados de Palestina e Israel, preservar la integridad de sus fronteras, la lucha contra el terrorismo, impedir el flujo de armas y respetar la soberanía del estado palestino desmilitarizado. La retirada total del ejército israelí se negociaría de forma gradual durante la fase de transición.
París reconoce las exigencias de Israel con respecto a las fronteras de 1967 con el fin de mantener los bloques de asentamientos ilegales masivos de los colonos tal y donde se encuentran ahora. Esto significa que el Estado palestino se establecerá en menos del 18% de Cisjordania, junto con la Franja de Gaza, componiéndose de partes fragmentadas no contiguas territorialmente. Una vez efectuado esto, Israel seguramente propondrá el traslado de sus ciudadanos no judíos al nuevo Estado palestino para eliminar totalmente la presencia de este pueblo cuya tierra natal fue tomada por Israel en 1948.
Parece bastante probable que esta nueva ronda de negociaciones, dado el rechazo hacia los derechos palestinos por parte de Israel y su apoyo principal, EE.UU., solo dará lugar a resultados infructuosos, satisfaciendo, en caso de llevarse a cabo, nada más que a Israel y a la Autoridad Nacional Palestina creada en Oslo. En resumen, si se aprueba la iniciativa francesa, ello significará la liquidación de la causa palestina tal y como la conocemos hoy en día.