Las fuerzas de seguridad iraquíes dispersaron el lunes a los seguidores del incendiario clérigo chií Muqtada Al-Sadr en la provincia central de Babil, cuando trataban de manifestarse en solidaridad con las recientes protestas de Bagdad.
Ihsah Khalid, un agente de policía de Babil, declaró a la Agencia Anadolu que las fuerzas de seguridad habían disparado al aire para dispersar a los seguidores de Al-Sadr, que se habían congregado delante de la oficina del gobernador provincial con la intención de participar en una manifestación “no autorizada”.
El incidente se produjo un día después de que miles de seguidores de Al-Sadr asaltaran la Zona Verde de Bagdad, entrando por la fuerza en el edificio que alberga al parlamento para exigir la formación de un gobierno “tecnocrático”, que no esté manchado por la corrupción o por las tendencias sectarias.
El ejército iraquí respondió a la escalada violenta en Bagdad declarando el estado de alerta en la capital y sellando las entradas y salidas de la ciudad.
El domingo por la noche, los manifestantes sadristas abandonaron el edificio del parlamento y se retiraron de la Zona Verde, con motivo del comienzo de una importante festividad chií.
La fortificada Zona Verde de Bagdad alberga a una serie de instituciones gubernamentales de importancia crucial –incluido el parlamento-, así a las misiones diplomáticas extranjeras.