La reticencia del presidente estadounidense, Barack Obama, de establecer una “zona segura” en Siria contribuyó a que las fuerzas del régimen de Assad provocasen una masacre en el campo de refugiados de la región noroccidental de Idlib, según ha informado un grupo de opositores sirios.
“Este comportamiento criminal muestra que no se puede hablar de un enfoque político de la crisis mientras sigan en curso los crímenes cometidos por parte del régimen y sus aliados”, declaró el viernes mediante un comunicado la Coalición Nacional de la Revolución Siria y las Fuerzas de la Oposición.
La coalición condenó lo que describió como el “silencio de la comunidad internacional” frente a las violaciones de derechos en curso por parte del régimen de Assad , que, según declaran, es equivalente a la “complicidad” con los delitos de este último y “da luz verde para matar a la población siria”.
El jueves, según los informes, murieron hasta 30 civiles y decenas de ellos resultaron heridos por el ataque aéreo del régimen contra el campamento en las proximidades de la ciudad de Kamuna Sarmada, en Idlib.
“Las mujeres y los niños que fueron asesinados en el campo de Kamuna deberían haber estado es una zona segura y libre de bombardeos, que el presidente de EEUU, Barack Obama, se ha negado a establecer”, continúa el comunicado.
El miembro de la coalición Ahmed Ramadan, por su parte, exigió al presidente sirio, Bashar Al Assad, que se sometiese a la Corte Penal Internacional para el enjuiciamiento por haber cometido “crímenes de guerra flagrantes contra mujeres y niños”.
Turquía, Francia, el Reino Unido y la ONU han condenado el ataque aéreo del jueves contra el campamento de refugiados que se encontraba cerca de la frontera con Turquía.
En marzo, el Consejo de Seguridad Nacional de Turquía reiteró sus peticiones para establecer una zona de exclusión contra ataques aéreos en el norte de Siria.
El 24 de marzo, poco después de una serie de ataques suicidas en Ankara, Estambul y Bruselas, el consejo se reunió en Ankara bajo la dirección del presidente turco, Erdogan, tras el cual dio a conocer mediante un comunicado su posición sobre la crisis de Siria, que cuenta su sexto años, y los esfuerzos antiterroristas en curso.
En el comunicado, el Consejo describe las propuestas de Turquía para una zona de exclusión aérea como “apropiadas y correctas”.
El Consejo también instó a la ONU y a la comunidad internacional a asumir una mayor responsabilidad en la crisis con el fin de promover la estabilidad y la seguridad en la región.
El comunicado señala que las propuestas de Turquía para resolver la crisis de refugiados sin precedentes de Siria -propuestas que cuentan con el apoyo de la UE- sean implementadas “tan pronto como sea posible”.
Actualmente, Turquía alberga el mayor número de refugiados sirios en el mundo y ha gastado más de 7.000 millones de euros para acomodarlos.
Siria ha permanecido encerrada en una cruenta guerra civil desde principios de 2011, cuando el régimen de Assad tomó medidas contra las protestas pro-democráticas que estallaron como parte de los levantamientos de la Primavera Árabe con una ferocidad inesperada.