Raed Salah ha conseguido lo que no ha logrado hacer ningún otro palestino en los territorios palestinos ocupados desde 1948. Además de ser el protector de la mezquita de Al-Aqsa, ha hecho añicos el sueño israelí de “israelizar” a los palestinos de estas zonas. Esto lo logró creando un puente a través del cual vincular a los palestinos de Israel con sus compatriotas de Cisjordania y de la Franja de Gaza, así como con los refugiados palestinos de todo el mundo.
Es el más radical en su visión de la relación con los sionistas: no a la normalización del gobierno de ocupación, no a la participación en las elecciones israelíes a la Knesset; sí a la restauración de los lugares sagrados de los territorios ocupados en 1948 (lo que ahora se llama Israel), al rescate del Noble Santuario de Al-Aqsa; no a izar la bandera israelí; y un estruendoso “sí” al despertar de la identidad palestina.
Según la ocupación, con ello ha destruido décadas de esfuerzos sionistas por “israelizar” a los “árabes israelíes”, reconstruyendo la barrera psicológica que los centros de investigación sionistas creían casi desaparecida. La identidad palestina ha emergido de nuevo en las ciudades ocupadas de Israel, desde la bandera palestina, al himno nacional, pasando por la solidaridad para con todas las cuestiones palestinas.
Este hombre humilde estudió en la Universidad de Hebrón; no sólo la sharia sino también la realidad de la ocupación. Vivió la misma vida que el resto del pueblo, y profundizó en los detalles de una vida bajo la ocupación. Después volvió a su hogar en Umm Al-Fahm y los territorios ocupados en 1948, y usó sus conocimientos para tender un puente hacia Cisjordania. Los sentimientos y las visiones de la gente de ambos lados convergieron; el Fondo Al-Aqsa, establecido por él, apoya a miles de huérfanos. Una de las acusaciones que han formulado contra él los israelíes –en 2003- es que lo emplea para lavar dinero de Hamás.
Los israelíes no quieren que uno de los extremos de este puente esté en su lado de la Línea (“Verde”) del Armisticio de 1949. No quieren que las manifestaciones en Hebrón sean replicadas o apoyadas en las calles de Umm Al-Fahm o de Kafr Kana, o en ningún otro lugar de Israel. Tampoco quieren que un ataque en Jabel Mukaber sea imitado en el Negev. Éste es el motivo por el que Raed Salah es considerado semejante amenaza para la ocupación.
Ha sido el palestino más visible de los territorios ocupados en 1948 en conferencias por todo el mundo árabe, donde con frecuencia es una estrella debido a la causa que representa, la sinceridad de su presentación y la confianza que depositan en él las masas árabes. Raed les muestra el mapa de las excavaciones israelíes debajo y alrededor de la mezquita de Al-Aqsa; habla del Proyecto de la Marcha Al-Bayariq, de la reconstrucción del Masjid Al-Marwani y de la resurrección de las clases educativas de Masateb; y a continuación dirige a la gente de las Flotillas de la Libertad hacia el enclave sitiado de Gaza.
Este humilde líder ha llevado la causa palestina por el mundo árabe con el fin de hundir el plan de separar a los palestinos de Israel del mundo árabe; también quiere atraer la atención mundial hacia Palestina y la mezquita de Al-Aqsa. En 2013 fue merecedor del Premio Internacional Rey Faisal por su liderazgo y su labor humanitaria en los territorios de la Palestina ocupada, así como por su protección de los lugares santos del islam.
Como resultado de todo esto, los israelíes han renunciado una vez más a la pretensión de ser “democráticos” y han detenido a Raed Salah. Pero a pesar de ello, sigue reiterando su determinación de defender la mezquita de Al-Aqsa. “Incluso desde dentro de la cárcel. ¡La cárcel sólo nos hará más fuertes!”.
Traducido de Alresalah.ps, 6 de mayo de 2016