Una "mini-sesión" de este ciclo de negociaciones de paz, celebrada el pasado sábado en Kuwait entre una delegación del gobierno yemení y los representantes del grupo chií hutí y sus aliados no pudo cerrar la brecha entre las dos partes en conflicto, según fuentes cercanas a las conversaciones.
La sesión fue presidida por el enviado especial de la ONU, Ismail Ould Cheikh Ahmed, y contaba con la presencia de cuatro miembros de cada facción, reveló una fuente cercana a las negociaciones, en declaraciones a la Agencia Anadolu bajo condición de anonimato debido a la limitación de hablar con los medios de comunicación.
"La delegación del Gobierno insistió en que las instituciones del Estado yemeníes deben ser desalojadas [del control hutí] y los milicianos hutíes deben retirarse de las ciudades ocupadas" dijo la fuente.
"La delegación hutí, por su parte, insistió en el establecimiento de un gobierno de unidad en el cual ellos jugarían un rol", agregó la fuente.
Inmediatamente después de la sesión del sábado, Abdul-Malik al-Mekhlafi, jefe de la delegación del gobierno, describió la brecha existente entre las posiciones de ambas partes como "amplia".
En una serie de tweets, declaró que los huzíes "sólo quieren poder; están exigiendo [un papel en] el gobierno y compartir el poder ".
Y agregó: "Me sorprende cómo esta milicia - la cual se volvió en contra del estado y destruyó sus instituciones, leyes y ejército - ahora puede exigir un papel en el reparto del poder".
La delegación del gobierno insiste en que representa la única autoridad legítima del gobierno de Yemen, citando la Resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU del año pasado.
Los hutíes, por su parte, dicen que representan a los gobernantes de facto del país, y que disponen de instituciones estatales soberanas - incluyendo su banco central – desde hace más de un año.
Fuentes cercanas a las negociaciones dijeron a la agencia Anadolu que el enviado de la ONU Walid Ahmed había pedido la formación de "grupos de seguridad nacional" en el ámbito provincial, para ser seguidos por la firma de un acuerdo general de paz para poner fin a los combates, los cuales han continuado en Yemen a pesar de un alto el fuego.
Las mismas fuentes habían dicho a la Agencia Anadolu anteriormente que el principal escollo en las conversaciones giraba en torno a "la legitimidad del presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi y su gobierno".
La delegación hutí, según las fuentes, quiere ver a Hadi reemplazado por un "consejo de transición presidencial" para hacerse cargo temporalmente los asuntos del país.
Esto sería seguido por la sustitución del actual gobierno - dirigido por el primer ministro Ahmed Ubaid bin Dagher - con un "gobierno de unidad" para incluir representantes hutíes.
El gobierno, mientras tanto, insiste en que los huzíes deben entregar las armas en primer lugar y retirarse de las ciudades ocupadas anteriormente.
Sólo entonces el gobierno actual se ampliará para incluir representantes huzíes y sus aliados.
Hadi entonces presidiría una "fase de transición" que terminaría con la modificación de la constitución de Yemen y nuevas elecciones presidenciales.
Yemen ha sido sacudido por el caos desde 2014, cuando los huzíes y sus aliados invadieron la capital Saná y varias otras partes del país, obligando a Hadi y a su gobierno apoyado por Arabia a huir temporalmente a Riad.
En marzo del año pasado, Arabia Saudí y sus aliados árabes lanzaron una campaña militar masiva en Yemen dirigida a revertir las ganancias hutíes y restaurar el asediado gobierno de Hadi.
De acuerdo con cifras de la ONU, el conflicto ha provocado la muerte de unos 6.400 yemeníes hasta la fecha y ha obligado a unos 2,5 millones a huir de sus hogares.
El 11 de abril, las conversaciones de paz promovidas por la ONU se iniciaron en Kuwait tras el anuncio de un alto el fuego.
La delegación del gobierno yemení en las conversaciones exige la inmediata aplicación de la Resolución 2216 del onsejo de Seguridad de la ONU, que pide a los hutíes retirarse de las ciudades ocupadas anteriormente y dejar las armas.
Ali Abo-Rezeg contribuyó a este informe desde Ankara.