Farah Alfarhan es una ciudadana británica que ha visto los horrores del conflicto sirio de primera mano. Ella vivió en Alepo durante 27 años y fue detenida por el régimen de Assad, soportando tortura durante 35 días durante su detención. La siguiente carta está dirigida al primer ministro británico, David Cameron, instándolo a tomar medidas sobre Siria. A pesar de un reciente "alto el fuego", el régimen y sus aliados siguen bombardeando zonas civiles de Alepo y los alrededores con aparente impunidad. Gran Bretaña, Estados Unidos y sus aliados han llevado a cabo ataques aéreos contra Daesh en Siria, pero no han tomado medidas para proteger a los civiles del régimen de Assad.
Estimado Primer Ministro,
Usted no me conoce, pero mi nombre es Farah Alfarhan. Nací en Preston, Lancashire, y soy una ciudadana británica que ha vivido y trabajado en Alepo, Siria, por 27 años. Como resultado de mi labor humanitaria con los niños desplazados, fui detenida por el régimen de Assad en octubre de 2014 y pasé un total de 35 días en prisión. Fui sometida a brutal y humillante tortura a manos de este régimen. Tras mi liberación, volví a casa en Gran Bretaña.
He estado indignada al ver que los abusos de violencia y de los derechos humanos en Siria no sólo siguen aumentando en número, sino que también continuán sucediendo por falta de acción por parte del gobierno británico. En un momento en el cual mi barrio en Alepo está bajo ataque constante, no puedo entender por qué, como Primer Ministro del Reino Unido, sigue sin tomar medidas con el fin de proteger a las personas que he dejado atrás.
Sólo en la última semana, cientos de ataques aéreos han caído sobre Alepo; más de 200 civiles han muerto, incluyendo al último pediatra en prácticas que quedaba en toda la ciudad, el Dr. Muhammad Wassim Maaz. El sufrimiento de los niños en Siria, el cual en sí mismo es incomprensible, ha adquirido una nueva dimensión, ahora que no hay un médico para asistirlos.
Para mis amigos que permanecen en Siria, los horrores contados y mostrados en las noticias son una parte diaria de sus vidas. Los bombardeos, y los violentos ataques aéreos se han convertido en la realidad diaria de los sirios. Es normal para ellos caminar por la calle y ver niños muertos que nunca van a llegar a casa con sus familias. He tenido que consolar a un amigo que vio como el cráneo de su hija fue perforado por la metralla cuando una bomba explotó mientras jugaba en un jardín. Hablo regularmente con los amigos que han perdido sus hogares a causa de las bombas; amigos que pasan sus noches en las mezquitas, tiendas de campaña o debajo de arbustos, tratando de mantener a sus hijos protegidos de los horrores que se sacuden hoy Siria. Cinco años después, el régimen de Assad continúa aterrorizando al pueblo sirio, asesinando civiles, destruyendo edificios y poniendo en peligro cualquier brizna de esperanza.
Imagine por un momento que usted no sabe si sus hijos volverán de la escuela, o si van a regresar a su familia, por no hablar de su hogar. Imagínese ver a sus propios hijos, y los hijos de sus compatriotas, teniendo que ser testigos de esta brutalidad y víctimas de la violencia insoportable. ¿Dejaría de actuar contra los autores de estas atrocidades si estos crímenes de guerra estuvieran sucediendo en su propio país - nuestro país - y con sus propios hijos? Gran Bretaña no es inmune a este conflicto o sus consecuencias. El número de refugiados que huyen de la guerra no puede ser ignorado, ni la amenaza de los extremistas, a quienes se les permite florecer en Siria por el régimen de Assad.
Primer ministro, como alguien que ha vivido los horrores del conflicto sirio, insto - de hecho, exijo - que el gobierno británico haga uso de la base de la Fuerza Aérea Real en Chipre para entregar ayuda humanitaria a los civiles que mueren de hambre y que viven las zonas sitiada en toda Siria.
Primer ministro, como alguien que ha vivido los horrores del conflicto sirio, insto - exijo - que el gobierno británico tome medidas para asegurar que los crímenes del régimen de Assad no queden impunes. Debemos respaldar el establecimiento de un tribunal internacional de crímenes de guerra sin demora.
Primer ministro, como alguien que ha vivido los horrores del conflicto sirio, insto - exijo - una vez más, que el gobierno británico, del cual usted es el líder, ejerza presión sobre aquellos que, como Rusia, financian el brutal régimen de Assad, dotándolo de armas y matando a los sirios en su nombre.
Primer ministro, usted sabe lo que está sucediendo ante las narices del mundo en Siria; es el momento de tomar medidas concretas para llevar este conflicto a su fin.
Sinceramente suya,
Farah Alfarhan