En una entrevista exclusiva concedida a la Agencia Anadolu, Mohammed Al-Qeq, el periodista palestino de 33 años de edad que pasó 94 días en huelga de hambre en la cárcel israelí y que fue finalmente liberado la semana pasada, llamó al resto de presos a rebelarse contra las injustas políticas de detención de Israel.
“Ha sido una experiencia amarga, pero me ha enseñado a defender mis derechos y mi libertad contra la ocupación [israelí],” explicó Al-Qeq a la Agencia Anadolu, refiriéndose a su largo encarcelamiento y a su huelga de hambre de meses.
Señaló que los presos políticos palestinos continuarían con su “guerra de huelgas de hambre” hasta la abolición de la política israelí de “detención administrativa”.
Con esta medida, los prisioneros pueden pasar detenidos hasta un año sin juicio y sin cargos.
“Nuestras huelgas de hambre han quebrantado la arrogancia israelí, y han demostrado que la convicción acerca de la justicia de nuestra causa acaba llevando a la victoria,” afirmó Al-Qeq.
Añadió que los presos palestinos continuarían resistiendo hasta que se respetaran sus derechos legítimos.
Al-Qeq comenzó su huelga de hambre el 24 de noviembre del año pasado, tres días después de su detención por parte de las autoridades israelíes bajo la acusación de “incitación al odio”.
El periodista de 33 años finalmente terminó su huelga de hambre a principios de este año –tras 94 días-, después de haber alcanzado un acuerdo para su liberación el 19 de mayo.
Más de 7.000 palestinos están encarcelados en la actualidad en prisiones israelíes, 750 de ellos en régimen de detención administrativa, según datos oficiales palestinos.
Solidaridad
“La ocupación israelí trató de todas las maneras posibles de poner fin a mi huelga de hambre,” rememoró Al-Qeq, “pero no lo consiguieron”.
En ese sentido, hizo referencia al papel del pueblo palestino y al respaldo que le proporcionaron durante sus meses de huelga de hambre.
“La solidaridad popular desempeñó un papel significativo a la hora de hacer que las autoridades israelíes firmaran el acuerdo [para la liberación],” afirmó.
En el momento de su detención, Al-Qeq –originario de la localidad de Dura, cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón (Al-Khalil)- estaba viviendo en Ramala, donde trabajaba para Al-Majd TV, una conocida cadena de televisión árabe.
“Pronto volveré a trabajar como periodista y a asumir de nuevo mi función de exponer los crímenes de la ocupación israelí contra el pueblo palestino,” prometió.
Según aseguró, Israel teme a los periodistas palestinos debido a su papel de sacar a la luz los crímenes del estado judío.
“Israel ha asaltado cadenas de televisión y ha detenido a decenas de reporteros, pero nunca logrará silenciar a los periodistas palestinos,” observó Al-Qeq.
Fayha Shalash, la esposa de Al-Qeq, de 29 años de edad, declaró a Anadolu que lo más importante era que Mohammed estaba de nuevo entre su familia y los suyos.
“Hemos pasado días difíciles, pero siempre supimos que Mohammed sería liberado antes o después,” reconoció.
“Mohamed se ha convertido en un símbolo de dignidad y en un embajador de la libertad ante el mundo entero,” afirmó Shalash.