El gobierno golpista egipcio ha firmado un acuerdo por el que acepta un préstamo ruso de 25.000 millones de dólares para establecer una planta nuclear en El Dabaa, en Egipto. Los términos del acuerdo eran secretos, hasta que fueron publicados el jueves pasado en la Gaceta Oficial. Tengo una serie de apuntes que hacer al respecto, que se pueden resumir de la siguiente manera:
En primer lugar, ¿necesitamos nosotros, en Egipto, montar en este momento una planta nuclear, en particular después de que Al-Sisi firmara el año pasado un acuerdo con la alemana Siemens por valor de 8.000 millones de euros –el mayor acuerdo hasta la fecha en la historia Egipcia-? Este último trato tenía como fin la generación de energía a partir del viento y del gas natural. Se estima que incrementará la producción de electricidad en un 50%, aumentando la potencia de Egipto en el sector energético eléctrico hasta los 16.4 gigavatios. Esto implica que el acuerdo con Siemens es suficiente para cubrir las necesidades eléctricas egipcias, así que, ¿por qué invertir una vez más en el mismo sector?
En segundo lugar, tres nuevas plantas eléctricas comenzarán a operar, con 14.4 gigavatios, durante el año fiscal 2016-2017, según los más recientes anuncios del Ministerio de Hacienda. El Ministerio también reveló que durante 2015 y 2016 ha invertido unos 935 millones de dólares en proyectos de expansión de las plantas energéticas. Ello quiere decir que el gasto en el sector eléctrico fue mayor que el gasto total en salarios, lo que implica que el sector de la electricidad recibió más fondos que otros sectores, como la sanidad, la educación, las carreteras o los puentes. Así qué, ¿qué necesidad hay de gastar en estos momentos dinero en el proyecto de la energía nuclear?
En tercer lugar, el coste del proyecto excederá los 30.000 millones de dólares, lo que supone mucho más que cualquier otro proyecto competidor. No hemos oído hablar de que se propusiera ningún concurso internacional que nos llevara a alcanzar dicho precio para el establecimiento del reactor, así que esta operación carece de la mínima transparencia. En añadidura, Rusia firmó el acuerdo tan sólo 20 días después del incidente del avión ruso, lo que significa que se trató de un soborno para que Rusia pasara por alto la catástrofe.
En cuarto lugar, el préstamo ruso a Egipto, valorado en 25.000 millones de dólares, equivale a la mitad de la deuda externa egipcia, que ha alcanzado casi los 48.000 millones de dólares. Egipto recibirá este préstamo en tramos, que se terminarán de pagar en 2018, y eso restringirá al estado y a las generacions futuras, paralizando a cualquiera que trate de reformar el estado si Al-Sisi es apartado del poder. También puede conducir a que los rusos intervengan en las cuestiones financieras egipcias.
En quinto lugar, tengo la impresión de que, tras el incidente del avión francés, el gobierno de Al-Sisi se está viendo acorralado. Al-Sisi ya no cuenta con cartas que jugar, el país está siendo testigo de una división popular sin precedentes. Además, miles de personas están dispuestas a librarse de Al-Sisi a cualquier precio, mientras que las decisiones económicas dependen ahora de factores externos a la economía egipcia. Ahora, toda la potencia económica de Egipto pesa sobre las políticas adoptadas en ese momento, relativas a la gestión de asuntos económicos.
En sexto lugar, el ministro de finanzas reveló al parlamento que la deuda del gobierno se va a incrementar, alcanzando los 338.000 millones durante el año fiscal que comienza a principios de julio. La deuda ha alcanzado niveles trágicos, igualando casi a la producción. Si a ello le añadimos el préstamo ruso, se convertirá en una carga aún mayor para la economía en su conjunto.
En séptimo lugar, la Gaceta Oficial publicó la decisión 484 de 2015 del presidente, con respecto a la aprobación del acuerdo firmado por ambos gobiernos, que estipula que “en caso de que el interés no sea pagado en un plazo de 10 días a partir de la fecha estipulada, se incrementará en un 150%. Y en el caso de que no sean pagados ni el principal ni el interés en los 10 días siguientes a la fecha estipulada, se incrementarán en un 120%. La parte rusa tiene el derecho a suspender otros términos del préstamo en el caso si las devoluciones o los intereses no son pagados en un plazo de 90 días”.
¿Os habéis dado cuenta de que un retraso en el pago del préstamo o de los intereses incurrirá en un 150% de intereses adicionales? ¿Cómo se ha de aceptar una condición tan injusta?
Los países independientes tratan de aprovechar al máximo sus recursos del mejor modo posible, con el fin de cosechar los frutos del crecimiento económico. Esto es así porque un uso adecuado de los recursos significa un aumento de la producción, lo que a su vez conduce a un incremento de los salarios y del consumo. Éste conducirá a una mejora de los beneficios de las empresas, aumentando la producción una vez más. Los países hacen todo lo posible por no obtener préstamos extranjeros y no tener deuda externa, ya que esto influye de forma negativa la toma de decisiones del gobierno. Cada día estoy más convencido de que Al-Sisi tiene como única función restringir a Egipto y obstaculizar su desarrollo. Egipto continuará sufriendo y pagando durante muchos años el precio de sus acciones, hasta que todo el mundo llegue a darse cuenta de los crímenes que están siendo cometidos contra el país.
Traducido de Arabi21, 23 de mayo 2016.