Al menos 20.000 niños residente en la ciudad iraquí de Faluya están en riesgo debido a los combates entre el ejército iraquí, sus aliados y Daesh, adviritó ayer el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En un comunicado, el representante de UNICEF en Irak, Peter Hawkins, dijo que la comida y la medicina en la ciudad de Faluya, ocupada por Daesh desde hace dos años, se estaban acabando y que el agua potable es "escasa". Todo ello durante una operación del ejército que lleva semanas destinada a retomar la ciudad de la banda terrorista.
"A medida que la violencia sigue aumentando en Faluya y en todo Irak, estamos preocupados por la protección de los niños frente a la violencia extrema", dijo Hawkins.
"Los niños se enfrentan al riesgo de reclutamiento forzado en los combates, procedimientos estrictos para el control de seguridad, y la separación de sus familias", añadió.
UNICEF ha instado a las partes en conflicto a que proporcionen un paso seguro para los civiles que desean abandonar la maltratada ciudad en conflicto.
El lunes, fuentes de seguridad que participan en los combates dijeron que las fuerzas del ejército iraquí y las milicias chiíes aliadas habían "rodeado" la mayor parte de Faluya, mientras militantes de Daesh intentaron detener el avance con coches bomba, proyectiles y minas terrestres.