Informes de organizaciones de ayuda humanitaria y testimonios de personas que lograron escapar de la ciudad de Faluya han revelado que los residentes viven en condiciones desastrosas, obligados a comer hierba y a beber el agua contaminada del río para sobrevivir.
De acuerdo con las ONG, cerca de 50.000 personas no tienen salida seguras de la ciudad y son propensos a caer bajo el fuego cruzado.
La portavoz de ACNUR, Caroline Glück, dijo: "Hay una terrible escasez de alimentos y medicinas en la ciudad de Faluya, donde algunas familias tienen que buscar comida en la basura."
"La situación de algunas personas ha llegado a tales cotas de desesperación que muchos se han suicidado, muchos de los niños estaban en estado de shock y claramente aterrorizados", agregó.
Bahjat Ibrahim, ex residente de la ciudad que ahora vive en un campo de refugiados en Sulaimaniya, dijo: "Los que viven dentro de Faluya no pueden salir, y los que están en el exterior no pueden ayudarles."
"No hay comida en absoluto. El precio de un paquete de harina ha alcanzado el millón de dinares iraquíes ($ 850) ", dijo Ibrahim, quién también hizo un llamamiento a las fuerzas de seguridad iraquíes para que permitan que la gente de Faluyaescape de la ciudad y para "recibirles de manera temporal".
Fuerzas de seguridad iraquíes y milicianos aliados rodearon la ciudad de Faluya hace más de seis meses en un intento de arrebatarla de manos de Daesh.