La comunidad yazidí en Irak -una comunidad religiosa minoritaria de Oriente Medio, tachada de “idólatra” por los extremistas- ha pagado a Daesh unos 45 millones de dólares en concepto de rescates para liberar a las niñas y mujeres secuestradas por el grupo militante sólo a lo largo de 2014, dijo ayer el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Hablando durante una sesión abierta sobre la violencia sexual en zonas de conflicto en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, Ban dijo: "Un aspecto muy preocupante es el uso de la violencia sexual como táctica de terrorismo. Daesh, Boko Haram y otros grupos extremistas están usando la violencia sexual como un medio para atraer y retener a los combatientes, y para generar ingresos”. El líder de Naciones Unidas exigió la liberación inmediata de todos los prisioneros y que se les diera el cuidado y el apoyo necesario.
"La guerra de conquista de los grupos extremistas está siendo librada en y sobre las mujeres y niñas, que generan millones de dólares de ingresos," dijo Ban Ki-Moon, "es la reactivación del comercio de esclavos en nuestro propio tiempo."
Daesh obtuvo el control de Sinjar, una ciudad predominantemente kurda y yazidí situada a 124 kilómetros al oeste de Mosul, en agosto de 2014.
Ban advirtió sobre "los riesgos del uso de la violencia sexual a gran escala como una estrategia dirigida a desgarrar el tejido social y obligar a los civiles a huir de sus hogares", diciendo que "la violencia sexual amenaza la paz y la seguridad internacional y es una grave violación del derecho internacional y de los derechos humanos".