Con el Ramadán a la vuelta de la esquina, las Naciones Unidas tratarán de impulsar al régimen sirio durante once horas el domingo para que permita el acceso a la ayuda humanitaria a las zonas sitiadas en el país devastado por la guerra.
François Delattre, representante de Francia ante la ONU y actual presidente del Consejo de Seguridad, dijo a la prensa el viernes que el Consejo pedirá a Damasco que autorice lanzamientos humanitarios desde el aire en localidades donde el acceso a tierra haya sido denegado.
Describiendo mayo como un "mal mes" en relación al acceso humanitario, Delattre, especificó que "un número muy elevado de solicitudes de acceso realizadas por la ONU permanecen vetadas por las autoridades sirias".
El régimen no ha respondido al plan internacional para iniciar la entrega el 1 de junio, tal como se anunció el 17 de mayo por el Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en nombre del Grupo Internacional de Apoyo a Siria.
Sin embargo, Delattre calificó los debates del Consejo de Seguridad sobre el tema como "útiles", y dijo que se había un consenso para seguir la situación "casi a diario".
Mientras tanto, el Departamento de Estado de EEUU expresó su "profundo agradecimiento" a los esfuerzos del equipo de las Naciones Unidas sobre el terreno en Siria para ayudar a los necesitados.
Acerca de las declaraciones del asesor de prensa del régimen de Bashar al-Assad, Bouthaina Shaaban, asegurando que el pueblo sirio de Darayya no sufría escasez de alimentos, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo que sus afirmaciones se encontraban "fuera de todo límite".
"Esa persona que de alguna manera afirma que las distintas partes, civiles que no han recibido ninguna asistencia alimentaria desde 2012, viven de alguna manera en la tierra de la miel y la leche, está un poco más allá de todo límite", dijo.
Toner agregó que el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, había calificado previamente el asedio de lugares como Darayya como algo "típico de la Edad Media".
En su discurso pregrabado en un panel en Washington DC el jueves sobre una alianza global contra Daesh y al-Qaeda, Shaaban también había dicho que el gobierno sirio estaba en conversaciones con la ONU para permitir el envío de ayuda.
"Vamos a seguir presionando duramente en esto a través del GEEI [Grupo Internacional de Apoyo a Siria], obviamente, trabajando con Rusia ,para ejercer influencia sobre el régimen", dijo.
Más de 250.000 personas murieron y casi la mitad de la población se desplazó a lo largo de cinco años de guerra en Siria, de acuerdo con cifras de la ONU. Los activistas indican que el número de víctimas alcanza hasta casi el doble de esta cifra.
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