La explosión de un coche bomba ha sacudido esta mañana la capital turca de Estambul. El atentado, que se ha producido en el distrito turístico de Vezneciler –que alberga también una importante universidad, así como las oficinas del alcalde-, se ha cobrado hasta ahora la vida de 11 personas y ha dejado heridas a otras 37.
Según ha declarado a los medios el gobernador de Estambul Vasip Sahin, el objetivo de la bomba era el autobús que transportaba a policías antidisturbios y que pasaba en el momento en el que fue activada por control remoto. Según informó el gobernador, siete policías y cuatro civiles han perdido la vida en el atentado –que se produjo en hora punta, sobre las 08:40 de la mañana, hora local-, aunque Sahin también precisó que tres de los heridos se encontraban en estado crítico.
Un segundo autobús policial también sufrió daños, mientras que varios vehículos aparcados quedaron carbonizados. Los escaparates y cristaleras del área circundante quedaron reducidos a añicos. La policía evacuó la zona y se suspendieron los exámenes previstos para hoy en la cercana Universidad de Estambul.
Según la agencia estatal Anadolu, poco después de la explosión se escucharon una serie de disparos en la zona, aunque no se ha podido confirmar si se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los atacantes. Con posterioridad a los ataques terroristas más recientes, a los medios de comunicación turcos se les ha prohibido transmitir información sobre los detalles del atentado, e igualmente se han aplicado restricciones a las redes sociales, aunque en esta ocasión no parece haber sido el caso.
De momento, ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque. En los últimos meses, Turquía ha sufrido dos atentados suicidas perpetrados posiblemente por el Estado Islámico –también conocido como Daesh-, así como varias explosiones con coche bomba reivindicadas por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El que se trate de un ataque contra fuerzas policiales parece señalar en un principio a este grupo armado, que el mes pasado ya había hecho estallar una bomba en Estambul al paso de un autobús que transportaba a personal de las fuerzas de seguridad. Siete personas resultaron heridas en ese ataque.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ya ha visitado a los heridos, en el hospital Haseki de Estambul, aprovechando la oportunidad para condenar el ataque terrorista.