Un grupo de activistas londinenses trajo de vuelta a Hackney el teatro político callejero el sábado pasado, desfilando por las concurridas calles con una enorme piedra de papel maché, en una acción solidaria con los prisioneros políticos palestinos. En concreto, la “piedra” de producción propia había sido diseñada para destacar las potenciales penas máximas que pueden ser impuestas a los palestinos acusados de tirar piedras.
Entre los aproximadamente 6.700 palestinos que se encuentran encarcelados en Israel se cuentan más de 400 menores, muchos de los cuales están acusados de tirar piedras.
Las condenas israelíes por lanzamiento de piedras suelen variar de los 3 meses hasta varios años de prisión, dentro del marco de tribunales militares que se aplica a los ciudadanos palestinos de Cisjordania. Una ley incluida en el código penal israelí en 2015 instaura la posibilidad de imponer sentencias de hasta 20 años a ciudadanos palestinos de Israel o a residentes del Jerusalén Este ocupado, si el tribunal considera que se pretendía causar daño de forma intencionada.
Los activistas se congregaron delante del ayuntamiento de Hackney para dar inicio a la acción y marcharon por el este de Londres hacia Whitehall, tras haber escuchado las intervenciones de los organizadores, que se centraron en el sufrimiento de los niños palestinos que viven bajo la ocupación. También distribuyeron panfletos en la calle, con información contextualizada sobre los prisioneros palestinos.
La lucha de los prisioneros ha adoptado un papel más importante en el activismo internacional durante el último par de años, después de varias huelgas de hambre de alto nivel por parte de presos palestinos contra las políticas de detención administrativa de Israel.
El actual encarcelamiento del aclamado intérprete y entrenador de circo Mohammad Abu Sakha ha desencadenado recientemente más actos de activismo, y le ha granjeado el respaldo de ONGs internacionales, incluida Amnistía Internacional. Está previsto que el periodo de detención administrativa de Abu Sakha expire este mes; entonces, es posible que o bien sea liberado, o que Israel presente cargos contra él o lo condene a un nuevo periodo de detención administrativa.
Abu Sakha, artífice de una labor pionera en la que enseña circo a niños con problemas de aprendizaje, ha agradecido el apoyo que ha recibido para su caso, pero también ha pedido a los activistas que publiciten de forma internacional el sufrimiento de los niños palestinos prisioneros.
Según Defence for Children International Palestina (DCI), “Desde el año 2000, por lo menos 8.000 niños palestinos han sido detenidos y acusados, dentro del sistema de detención militar israelí, conocido por el abuso y la tortura sistemáticos de los niños palestinos”.
Aportando datos estadísticos al comunicado de DCI Palestina, el grupo de derechos humanos Addameer reveló en su informe “Ojos puestos en los tribunales militares israelíes” que “aproximadamente el 99,74% [de todos los palestinos contra los que formulan acusaciones los tribunales militares israelíes] acaba siendo condenado”.