Sheikh Ali Belhadj, el segundo al mando del Frente Islámico de Salvación, exigió el domingo la apertura de las fronteras entre Argelia y Marruecos con el fin de fortalecer la religión, la lengua, las relaciones históricas y de parentesco entre las dos naciones, según informó Quds Press.
Belhadj expresó su pesar por las personas, a las que calificó como razonables y prudentes, que no están en condiciones "de poder comunicar su opinión y demandas para poner fin a la disputa política entre los dos países; un resultado que facilitaría las visitas mutuas y promovería la reconciliación entre las naciones vecinas ".
El líder de la oposición popular señaló que el régimen gobernante en Argelia utiliza la cuestión del Sahara Occidental para servir a ciertos fines políticos, no solo para "defender el derecho del pueblo saharaui".
Para poner fin a la crisis del Sáhara, Belhadj pidió a los dirigentes del Frente Polisario que actuasen con prudencia y se alejasen de cualquier presión externa, para así iniciar conversaciones con Marruecos con el fin de llegar a una solución.
Mientras tanto, llamó a Marruecos a reconocer sus errores con respecto a los residentes del Sáhara, para corregirlos y devolver todos los derechos a sus propietarios.
"La separación no es la decisión correcta porque si cualquier comunidad que se sintiese oprimida por los gobernantes de su país se quisiera separar, habría un sin fin de comunidades que pedirían la separación en todos los países árabes", dijo.
También pidió a los partidos islámicos que se reformasen a sí mismos, reparando las deficiencias y adhiriéndose a sus principios, lejos de maniobras políticas.