Los palestinos de la Franja de Gaza dieron la bienvenida al mes sagrado de Ramadán bajo las estrictas condiciones que impone el bloqueo israelí, por décimo año consecutivo.
Los comercios han sufrido un desplome sin precedentes en las ventas, ya que la mayoría de las familias no dispone del dinero para comprar alimentos u otros bienes especiales requeridos para el Ramadán.
Además, las elevadas temperaturas veraniegas están empeorando el sufrimiento de la gente, ya que el enclave se ve sometido a una crisis de electricidad que produce apagones a lo largo y ancho de la Franja durante más de una tercera parte del día.
Cerca de 40.000 funcionarios palestinos en Gaza siguen sin ser reconocidos por el gobierno de unidad nacional formado hace tres años. Reciben únicamente el 45% de sus salarios.
Por si fuera poco, más de 10.000 hogares que fueron destruidos en la ofensiva israelí contra Gaza de 2014 no han sido reconstruidos, dejando a 10.000 familias desplazadas.
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