El Gran Mufti de Jerusalén, Mohammad Hussein, que es también el imán de la mezquita de Al-Aqsa, denunció ayer las últimas violaciónes israelíes hacia la mezquita, en las que incluyó la irrupción de un vehículo de la policía israelí.
El Mufti dijo que el proceso de cambio de estatus histórico de Al-Aqsa se estaba acelerado de forma espectacular e hizo a las autoridades israelíes responsables de las consecuencias de tal escalada.
Hussein señaló que la agresión israelí viene acrecentándose durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, añadiendo que entre los que han asaltado la mezquita se incluyen ahora a más miembros del ejército y el aparato de inteligencia, además de los extremistas.
Añadió que los musulmanes se enfrentan a crecientes restricciones de Israel en relación con la entrada en la mezquita, especialmente durante el Ramadán. Las autoridades israelíes no sólo han cancelado los permisos de entrada para los palestinos, sino que también han adoptado medidas arbitrarias injustificadas para evitar que los residentes de Jerusalén entrasen en la mezquita.