La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) ha condenado las últimas demoliciones punitivas de viviendas llevadas a cabo por las autoridades israelíes en las primeras horas del lunes.
Las fuerzas de ocupación israelíes han herido a varios palestinos con fuego real durante la incursión en el campo de refugiados de Qalandia.
De acuerdo con la declaración de la UNRWA, la primera demolición planeada ha tenido lugar en la "casa trabajador de saneamiento para la UNRWA, Yassin Yusuf Assaf, en la que vivía con cinco miembros de su familia". El hijo de Assaf, Issa, murió en diciembre de 2015 mediante un fatal ataque en el que le apuñalaron a las afueras de la puerta de Jaffa.
La segunda demolición selectiva fue en la casa de Mohammad Saleh Hussein Hammad Abu-Habsa.
El portavoz de la UNRWA, Chris Gunness dijo: "Las demoliciones de casas punitivas son una forma de castigo colectivo ilegal bajo la ley internacional. Infligen dolor y sufrimiento a los que no han cometido el delito que dio lugar a la demolición y a menudo ponen en peligro a las personas y bienes de la zona ".
Gunness agregó: "la UNRWA condena las demoliciones punitivas y recuerda a Israel, la potencia ocupante, que en virtud del derecho internacional humanitario, tiene la obligación de proteger a la población ocupada y la prestación de servicios".