En los últimos tiempos se han incrementado las acciones reivindicativas de la responsabilidad de Israel en crímenes de guerra contra los derecho humanos y contra los derechos de los palestinos en todo el mundo. Entre otras acciones destacan el movimiento de Boicot Desinversión y Sanción ( BDS) seguido en todo el mundo, incluyendo a judíos estadounidenses y reconocido por el New York Times.
Por otra parte Palestina, cada vez más, empieza a considerarse como un Estado en sí, valen ejemplos como el reconocimiento de Suecia, lo que provocará un cambio en la opinión pública alrededor de todo el mundo, sin embargo, la comunidad internacional continúa empleando una doble ética en relación a Israel protegiéndolo de toda rendición de cuentas e incluyéndolo en los actos internacionales como si sus políticas respetasen los derechos humanos. Un ejemplo, el mes pasado, Israel fue elegido para dirigir la VI Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, una de las juntas permanentes de la ONU dedicada a las cuestiones legales.
Resulta paradójico que un país que no respeta ni el derecho internacional, ni el resolución en la IV Convención de Ginebra, además de un sin número de resoluciones de la ONU, sea elegido para presidir un comité legal cuyo objetivo es velar por la ley internacional y los derechos humanos básicos.
Israel encabeza el comité legal de la ONU
Aunque más irónico que el nombramiento en sí, es la elección del diplomático para tal puesto; un firme defensor de los asentamientos ilegales israelíes en Palestina, Danny Danon, quien además se atrevió a pedir la anexión definitiva de Cisjordania a Israel.
"Si yo estuviera a cargo", dijo a Al Jazeera en una entrevista, "hubiera construido mucho más por toda Judea y Samaria [en referencia a Cisjordania], porque creo que es nuestra. No necesitamos pedir permiso a nadie para eso”. En otra entrevista con el Times de Israel, dijo que espera "conseguir la soberanía de la mayor parte de la tierra con el número mínimo de palestinos ".
El hombre que ahora presidirá la Asamblea General, participando en las cuestiones de derecho internacional, es alguien que se opone claramente a todas las resoluciones jurídicamente vinculantes de la UNESCO y que está considerado más a la derecha que el propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Se trata de un hombre que, en una carta al gobierno de Turquía, se disculpó por no matar más "terroristas" a bordo del Mavi Marmara, donde los soldados israelíes mataron a 10 civiles turcos que llevaban ayuda humanitaria a Gaza. Él es también quien advirtió a Netanyahu que no cediera terreno al secretario de Estado, John Kerry para la paz o de lo contrario sería expulsado de la dirección del Likud, partido político sionista israelí que alterna con elementos de la derecha conservadora y la derecha liberal.
En declaraciones a MEMO sobre la presidencia de la VI Comisión de Danon, el ex observador especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos, Richard Falk, dijo que el nombramiento era "particularmente irónico porque [Danon] es un líder de los colonos militantes, y los propios asentamientos son una violación de la ley internacional". El emérito profesor de derecho internacional en la Universidad de Princeton añadió que el movimiento se hace eco de "la confusión dentro de la propia ONU ;Por un lado, son bastante consistentes en su condena a las políticas y prácticas de Israel; por otro lado, crean ambigüedad política mediante la adopción de iniciativas como ésta, que son empujadas por los EE.UU. y las fuerzas geopolíticas ".
De hecho, la misión de los Estados Unidos en la ONU felicitó a Israel por el nombramiento, diciendo que ellos estaban "seguros de que el representante permanente de Israel ... servirá con la máxima objetividad y compromiso para el derecho y las normas internacionales."
Realmente a Israel se le acumulan las infracciones de las que le acusa la ONU. El Foreign Policy Journal publicó una lista de las resoluciones de la ONU que inculpan a Israel de violaciones contra el derecho internacional.
Una historia de violaciones
Desde su creación, Israel ha estado negando sistemáticamente a millones de palestinos los derechos humanos básicos que les reconoce el derecho internacional. Con una larga historia repleta de graves y reiteradas violaciones del derecho internacional y de casi cada uno de los 149 artículos sustantivos de la Cuarta Convención de Ginebra que protegen el derecho de los palestinos que viven en la ocupada Palestina, las repulsas de la ONU por las prácticas de Israel parecen no tener consecuencias en absoluto:
1. Castigo colectivo
Israel tiene una política de castigo colectivo el cual se ve en la aplicación de una fuerza masiva contra la población civil con el fin de demostrar a sus oponentes que siempre habrá un alto precio a pagar, independientemente de la inocencia y la culpa. El artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra define al castigo colectivo como crimen de guerra, sin embargo, Israel hace caso omiso de estos "inconvenientes" como se ve en muchos de sus ataques a la Franja de Gaza, así como las formas indiscriminadas en que está manejando la Intifada de Jerusalén hoy en día. Otro ejemplo de castigo colectivo de Israel hacia los palestinos es su sostenido bloqueo del aire, la tierra y el mar de la Franja de Gaza, confinando y llevando el hambre a 1,8 millones de personas, y la creación de una prisión al aire libre y diseñada para, una vez más, castigar colectivamente al pueblo palestino.
2. Asentamientos y anexiones
Aunque las Naciones Unidas ha declarado consistentemente que los asentamientos israelíes son ilegales, más de medio millón de israelíes viven en asentamientos en los territorios palestinos ocupados, reduciendo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a la simple emisión de condenas débiles pero que por lo demás no impone sanciones a Israel. Por otra parte, Jerusalén anexionada por los israelíes, a pesar de que la ONU lo declaró ilegal, con el fin de que se convierta en parte de su capital. Una vez más, el Consejo de Seguridad no tomó ninguna acción en contra de Israel, mientras que lo hizo de inmediato cuando, por ejemplo, Saddam Hussein invadió Kuwait y posteriormente lo anexó después de 1990.
3. El muro de separación
Desde 2002, Israel ha estado construyendo un enorme muro completo con torres de vigilancia militares y cercas de alambre de púas en tierra palestina. Aunque Israel vuelve a caer en sus argumentos habituales de seguridad, no tiene ninguna respuesta de por qué este mura está principalmente dentro del territorio palestino en lugar de estar en la línea verde. La realidad es que Israel tiene como objetivo principal hacer cumplir su estado de apartheid a expensas de los palestinos.
4. Derecho a regresar
Durante la creación formal del Estado de Israel en 1947-1949, las fuerzas judías limpiaron étnicamente al 85 por ciento de la población árabe palestina indígena de las zonas que reclamaban para su futuro estado. La Resolución 194 de la ONU fue aprobada en 1948 para garantizar el derecho al retorno de los palestinos. Hoy en día, muchos de los sobrevivientes que fueron obligados a abandonar sus hogares ancestrales y sus descendientes, quienes suman más de cinco millones, quieren volver a su tierra natal pero Israel les niega este derecho concedido por la comunidad internacional.
La designación de Israel como presidente del comité de la VI Asamblea General de la ONU pone al descubierto la flagrante doble moral y la ineptitud de las Naciones Unidas y la comunidad internacional cuando se trata de Israel, y es una burla del sistema jurídico internacional.
Mientras que las potencias europeas, los Estados Unidos y los líderes mundiales no se apartan al tomar medidas para castigar a Rusia, China, Irán, Siria, Sudán y Corea del Norte por sus violaciones de los derechos humanos, ya sea en forma de sanciones o de otra manera, Israel sigue saliéndose con la suya. De hecho, en lugar de tomar medidas contra las violaciones continuas de Israel del derecho internacional, las potencias mundiales, como los EE.UU., parecen recompensar a Israel por sus violaciones flagrantes suministrándole armas y blindándolo dentro de la ONU.
Sias potencias europeas, los Estados Unidos y los líderes mundiales hubieran tratado a Israel con el mismo nivel de decisión con el que habitualmente trata a otros estados conocidospor sus violaciones de los derechos humanos, la ocupación podría haber terminado hace mucho tiempo. Sin embargo, con esta reciente presidencia, Israel una vez más obtiene luz verde para continuar su ocupación de Palestina y continuar con su desprecio por el derecho internacional, sin ningún temor o cuidado por las consecuencias.