El informe lanzado recientemente por el cuarteto de Madrid se centra una vez más en el problema de los asentamientos como un obstáculo para la paz, una reiteración que se ha vuelto tan obsoleta como la solución de los dos estados. Su falta de impacto no tiene nada que ver con la negativa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sino que es el reflejo de la disociación continua que presentan dichos informes.
Mientras Netanyahu se embarcaba en una de sus medidas de represalia favoritas (la expansión de los asentamientos) tras la muerte de un colono adolescente israelí, tanto el Departamento de Estado de los Estados Unidos como la ONU emitieron las declaraciones habituales, hipócritas y superficiales. Esta vez, la explotación mediática de los hechos antes mencionados, tanto el informe del Cuarteto como la muerte de los colonos israelíes, sirvieron para echar leña al fuego de una retórica que no pide disculpas por promover la expansión de asentamientos
Según el Times de Israel, los EE.UU. están "profundamente decepcionados" ante la decisión de Netanyahu de ampliar la construcción de nuevos asentamientos. El informe cita al portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Stephane Dujarric diciendo: "Esto plantea preguntas legítimas sobre las intenciones a largo plazo de Israel, que se ven agravadas por las continuas declaraciones de algunos ministros israelíes que pedían la anexión de Cisjordania."
La ONU recurrió a sus predecibles argumentos que confirman la ilegalidad de los asentamientos en virtud del derecho internacional y de manera ineficaz llama a Israel a "detener y revertir este tipo de decisiones en interés de la paz y el acuerdo sobre un estatuto que ponga fin a esta situación".
Evidentemente, el ciclo de la venganza, la expansión de asentamientos, las condenas y las preocupaciones por la seguridad están demostrando ser rentables en términos de diplomacia y alianzas, especialmente en tanto que los palestinos rara vez son mencionados en la jerga repetitiva de los medios de comunicación. El desplazamiento constante del enfoque es otro de los temas que la comunidad internacional prefiere ignorar, por lo tanto, términos como "status final" y "Estado palestino independiente y viable" parecen normalizados y al alcance, como si cualquiera de estos clichés se pudiesen alcanzar sin un reconocimiento previo de la forma en que Palestina ha sido lacerada a través del colonialismo.
En la retórica de Israel sobre los asentamientos, lo que queda de Palestina y los palestinos ya ha sido descartado como un detalle inconveniente y la comunidad internacional acepta de buen grado dar su apoyo para hacer a los palestinos mudos e invisibles. De ahí la ausencia de sorpresa cuando Israel anuncia la expansión de los asentamientos - la eliminación de los palestinos de la narrativa se adapta bien a las imposiciones internacionales. No hay urgencia para definir aún lo que una solución justa implica, precisamente debido a la negativa a colocar la expansión dentro de un contexto histórico que vaya más allá de 1967 - otro marco de tiempo convenientemente ampliado que oblitera narrativas anteriores y contribuye a la fragmentación de la población palestina .
Detrás de todo este parloteo premeditado sobre conspiraciones de dos estados y soluciones, las cuales no son más que espasmos sobre un enfoque espurio, los palestinos necesitan resistir más organizados que nunca. Evidentemente, la comunidad internacional no se apresurará a ayudar, lo que deja como única opción articular y organizar la lucha anticolonial lejos de la ONU. No es una cuestión de debate sobre los asentamientos, sino más bien el reconocimiento del derecho a la resistencia fuera de la dinámica de la comunidad internacional.