Las fuerzas del gobierno y los ex-rebeldes se enfrentaron la noche del viernes frente al Palacio Presidencial en la capital de Sudán del Sur, Juba, poniendo en peligro el acuerdo de paz con respaldo internacional que busca poner fin a más de dos años de guerra civil.
Los enfrentamientos entre facciones rivales dejaron al menos cinco muertos entre soldados gubernamentales, al tiempo que la nación más nueva del mundo vive el quinto aniversario de su independencia.
Tanto el presidente, Salva Kiir, como el primer vicepresidente Riek Machar, a quienes los rebeldes son leales, han pedido a sus fuerzas que se abstengan de usar la violencia e insten a la paz.
Se han escuchado fuertes disparos de artillería y helicópteros militares también han sido vistos sobrevolando la ciudad.
Kiir dijo que se había reunido con Machar y el segundo vicepresidente James Wani para discutir sobre un incidente del jueves por la noche, cuando cinco soldados murieron en un enfrentamiento en Gudele entre el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán del gobierno (SPLA) y el Ejército en Oposición Liberación de Machar de Sudán (SPLA-IO).
"Lo que está pasando fuera es algo que no podemos explicarle", dijo Kiir. "Hemos estado hablando de la situación de ayer y luego sobre lo que podemos hacer para la aplicación del acuerdo de paz y para fomentar la confianza entre las fuerzas y la población civil", dijo Kiir, citado por Radio Tamazuj, que está financiada por EEUU.
"Este es un incidente muy desafortunado el que ninguno de nosotros sepa realmente lo que ha ocurrido", dijo Machar. "Todo lo que queremos decirle a nuestro público ahora es que deben mantener la calma, este incidente también será controlado, y se tomarán medidas para que se restablezca la paz hasta el corazón de la ciudad".
A pesar de la formación de un gobierno de unidad y el reparto de poder entre Kiir y su antiguo rival convertido en adjunto, Machar, la violencia ha continuado en todo el país, sobre todo entre las milicias impulsadas por agendas locales.
Decenas de miles de personas han muerto y más de 2 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares en los dos años la guerra civil que comenzó en diciembre de 2013.