Ayer las Naciones Unidas pidieron una pausa urgente de los combates en Alepo para permitir el acceso humanitario a la ciudad.
Se cree que dos millones de civiles están atrapados en la capital del norte de Siria sin acceso a agua corriente ni electricidad.
"Como mínimo, la ONU requiere un alto al fuego en toda regla o 48 horas de pausa semanales para permitir llegar la ayuda humanitaria a las millones de personas que lo necesitan a lo largo de Alepo, así como reponer las existencias de alimentos y medicinas, que están alcanzando niveles peligrosamente bajos", declararon en un comunicado los dos funcionarios de la ONU, Yacoub El Hillo y Kevin Kennedy.
Desde que comenzaron los enfrentamientos por el control de Alepo en 2012, la ciudad se ha dividido entre las fuerzas del régimen en el oeste y la oposición en el este. En el último par de semanas, las fuerzas de oposición han presionado en las zonas controladas por el gobierno y se han abierto paso entre sus líneas, abriendo las rutas de suministros y cortando las de las fuerzas leales a Assad.
El gobierno sirio ha desplegado cientos de combatientes adicionales en Alepo, en un intento de revertir los avances de la oposición. Ambas partes ahora se preparan para una batalla crucial por el control de la ciudad, como el Ejército de la Conquista, una coalición de grupos de la oposición, se comprometió a "liberar a todos en Alepo".
Las fuerzas del gobierno y los aliados del régimen de Assad, incluyendo combatientes del movimiento libanés Hezbolá, han lanzado feroces contraofensivas y han bombardeado fuertemente zonas controladas por la oposición. Los ataques aéreos rusos también han atacado zonas residenciales y campos de refugiados.
Según el Observatorio Sirio en el Reino Unido para los Derechos Humanos, al menos nueve personas han muerto en los ataques del gobierno en las partes controladas por la oposición de Alepo.