Los palestinos que viven en partes de la ocupada Cisjordania están sufriendo una grave escasez de agua ya que las temperaturas son las más altas de la zona.
El palestino Nidal Younis, jefe del consejo de la aldea Masafer Yatta, cerca de Hebrón, afirmó que el agua está siendo demasiado cara para los residentes.
"El costo de un metro cúbico para los residentes es 12 veces más alto que el precio normal," declaró a Reuters, sacudiendo la cabeza. "Cuando el agua está disponible, normalmente cuesta cuatro shekels [unos 1 dólar] por metro cúbico, pero ahora cuesta 50 shekels [13 dólares]."
Younis dice que Israel prohíbe a los residentes el acceso a las aguas subterráneas, negándoles permisos para excavar pozos, dejando a los residentes y al ganado sedientos.
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), el cual está trabajando con la Autoridad Palestina y la agencia de ayuda italiana GVC para proporcionar agua a las zonas empobrecidas, ha advertido que hasta 35.000 palestinos está en riesgo debido a la escasez.
Gregor von Medeazza, director del programa de agua de UNICEF, aseveró que Israel había impedido a los aldeanos la construcción de instalaciones de retención de agua y que además había demolido muchos de los cuales se habían construido sin los permisos necesarios de planificación, según argumentan las fuerzas de la ocupación israelí.
Los palestinos que viven más alejados de zonas urbanas resultan más afectados ya que se ven obligados a pagar para que el agua sea transportada a sus hogares en camiones, explicó.
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