Como indiqué en una columna reciente, este año Israel declaró la fase más reciente en su "guerra" contra los grupos y organizaciones pro-palestinos de derechos humanos. Han llamado a su nueva táctica: "eliminaciones civiles como objetivo".
El uso de la "civil" es su eufemismo habitual para el asesinato a sangre fría, de esta manera los funcionarios israelíes están enviando deliberadamente un mensaje. Es un mensaje de extrema violencia.
Las amenazas de muerte de Israel contra los cooperantes, los humanitarios, periodistas y poetas palestinos no son nada nuevo, pero la campaña "eliminaciones civiles" es un paso más en una campaña particularmente alarmante. Se dirige principalmente a los grupos que apoyan el BDS, el Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el Estado de Israel.
Más recientemente las amenazas se extendieron a las organizaciones benéficas no políticas y organizaciones de ayuda en la Franja de Gaza. El director de la Franja de Visión Mundial languidece actualmente en una mazmorra israelí debido a "evidencias" totalmente fabricadas e inventadas por los espías israelíes quienes ni siquiera se molestan en hacer que sus mentiras sean convincentes aunque sea superficialmente.
Pero ahora esto ha llegado a Europa, para alarma de sus objetivos.
Los trabajadores de las organizaciones palestinas de derechos humanos que operan con la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya son las víctimas de una campaña coordinada y sofisticada de acoso y amenazas de muerte. Las autoridades holandesas están investigando, pero ha tenido que intervenir la CPI para que esta investigación se tome en serio.
Las organizaciones palestinas de derechos humanos Al-Haq, Al-Mezan, CPDH, y Addameer han estado trabajando con las autoridades de la CPI, que han llevado a cabo desde enero del año 2015 un examen preliminar de los crímenes de guerra presuntamente cometidos por Israel y los grupos armados palestinos en Gaza durante los ataques de Israel de 2014 en la franja costera.
Israel quiere evitar que esto se lleve a cabo, casi a cualquier coste. Y por lo que parece esta guerra sucia se ha extendido a Europa.
Nada Kiswanson, abogada de Al-Haq quien trabaja en La Haya, ha recibido un flujo constante de amenazas de muerte durante los últimos seis meses. Ha sido objeto de llamadas telefónicas intimidatorias y perversas, correos electrónicos y otras vía de comunicación, contra ella y su familia. Kiswanson acusa a Israel de ser el culpable; "Está muy claro que la razón por la que estoy siendo amenazada es debido al trabajo que hago en Europa y en particular en la Corte Penal Internacional", dijo a la Associated Press.
La naturaleza compleja y coordinada de la campaña sugiere que tiene razón para sospechar de Israel.
Sólo un día después de la compra de un teléfono móvil anónimo de prepago, Kiswanson recibió llamadas amenazantes. Dijo a Reuters que uno de sus parientes en Suecia recibió una llamada y le dijeron que Kiswanson sería "eliminada". Amnistía Internacional ha condenado las amenazas y pidió a las autoridades holandesas que hagan más para proteger a los trabajadores de derechos humanos.
Al-Mezan, un grupo de derechos humanos con sede en Gaza, también recibió amenazas de muerte dirigidas a uno de sus trabajadores. Un miembro del personal, que trabaja en Europa en el caso de la CPI, recibió un correo electrónico con una foto adjunta de la parte exterior de su casa diciendo "mereces ver a tus seres queridos sufrir y morir. Pero tal vez puedas resultar herido antes que ellos ".
Human Rights Watch condenó las amenazas contra Al-Mezan y Al-Haq como reprobables.
Esta campaña siniestra sigue una sucia estrategia de guerra es similar a la realizada contra Al-Haq a principios de este año, durante la cual sus trabajadores y sus respectivas familias fueron amenazados y hostigados, y falsos rumores de corrupción se extendieron en contra de ellos en una campaña de difamación destinada a empañar su reputación.
En declaraciones a la agencia Associated Press, un funcionario israelí dijo: "No reaccionamos a esas acusaciones descabelladas".
Pero está lejos de ser ridículo sospechar que Israel está detrás de esta campaña. De hecho, en mi opinión, es el principal sospechoso, y las autoridades holandesas no han descartado a Israel como el culpable.
Si cualquier otro país de Oriente hubiera estado tan claramente implicado en la realización de una campaña de amenazas de muerte contra defensores de los derechos humanos en Europa se podría imaginar el gran escándalo internacional en el que lo habría convertido la prensa.
Sin embargo, Israel continúa beneficiándose de una impunidad casi total y de la protección de la Unión Europea y los gobiernos europeos. Hasta que se le pida rendir cuentas permanecerá intocable. Mientras que nuestros gobiernos se niegan a actuar, recae en nosotros presionar a Israel con campañas para la rendición de cuentas - a la vanguardia de lo cual está el BDS.