Dos años han pasado desde la brutal ofensiva militar de Israel llamada "Operación margen protector", y la justicia para los palestinos sigue estando lejos. Esto se debe en gran parte al hecho de que Israel, la Autoridad Palestina y la comunidad internacional han sincronizado sus esfuerzos para asegurar que las narrativas palestinas permanezcan asfixiadas por la retórica perniciosa y los retrasos burocráticos orquestados. Como resultado, Israel puede seguir actuando con impunidad.
La semana pasada, las Fuerzas de Defensa de Israel se absolvieron a sí mismos de los crímenes de guerra cometidos durante la agresión contra Gaza en 2014. El Fiscal Militar de la oficina general israelí emitió un comunicado insistiendo en que "encontró que el proceso de focalización en cuestión está de acuerdo a la legislación interna israelí y los requisitos de las leyes internacionales". El asesinato de hombres, mujeres y niños se consideró "triste y lamentable" a pesar del hecho de que ataques de precisión fueron utilizados para infligir un considerable número de bajas civiles, lo que, deja toda declaración de disculpa desde Israel como hipócrita, sin sentido y sin efecto.
La breve declaración de la OLP, por parte de Saeb Erekat, publicada en Palestine News Network, está repleta de las expresiones habituales que simulan determinación y exponen aquiescencia. Después de decir que autoabsolución de Israel con respecto a los crímenes de guerra era de esperar, Erekat afirmó que aceptar el "resultado de la investigación israelí sentaría un precedente peligroso". En conclusión, insistió una vez más en que, "la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger al pueblo palestino de la ocupación militar israelí y su beligerancia y poner fin a la impunidad de Israel por todos los crímenes cometidos contra la tierra y el pueblo de Palestina".
La retórica de Erekat, rebosante de malas prioridades, es una reminiscencia de otros intentos de transmitir la gravedad de las violaciones de los derechos humanos cometidas por los soldados israelíes. Es un papel en el que la Autoridad Palestina se ha destacado desde su creación, dado que la autonomía palestina, la autodeterminación y la legitimidad se han trocados por una ausencia de reconocimiento que ha permitido la representación pretendida para recibir migajas de influencia política a cambio de facilitar el colonialismo y la colaboración.
El hecho de que la comunidad internacional, en particular la ONU y otras instituciones, se adhieran a sus falsas reputaciones como guardianes de los derechos humanos, no significa que su autoridad corrupta deba permanecer sin respuesta, o que otras vías de la historia palestina deban ser eliminadas de toda consideración; por el contrario, se les debe dar un espacio para florecer. Sin embargo, la preferencia de Erekat es exaltar la autoridad de los opresores, con una absoluta falta de respeto a la memoria palestina. Nunca hay un intento de colocar los intereses palestinos antes que los de la comunidad internacional. Con tal respeto por las instituciones mundiales, incluida la Corte Penal Internacional, está claro que Erekat está promoviendo un único programa que permite a las investigaciones internas de Israel continuar sin obstáculos, mientras que las "conclusiones" son aceptadas internacionalmente, a pesar de estar en flagrante contradicción con las pruebas en vídeo y los testimonios de primera mano.
Un breve vistazo a lo que la comunidad internacional ha hecho por Palestina revela la complicidad en la colonización; el reconocimiento y la legitimación de la presencia de Israel en Palestina; la traición posterior al derecho de los palestinos a la lucha armada con el fin de obtener beneficios económicos y expandir una red de vigilancia y alianzas militares; décadas de "negociaciones" sin sentido utilizadas por Israel para ampliar sus asentamientos ilegales; y los países que se desvivieron para vender armas a Israel durante la Operación Margen Protector, convirtiéndose en cómplices en la matanza de civiles palestinos en Gaza.
No sólo Erekat descartó la viabilidad - perfectamente legítima - de una alternativa de la resistencia a la brutal ocupación militar de Israel, sino que también ha recurrido una vez más a pedir a la comunidad internacional que salvaguarde los derechos palestinos, cuando esa "comunidad" es la primera que ha hecho tanto para ayudar a Israel como para negar esos derechos. Sería difícil de maquillar tal escenario.