Arabia Saudí dio otro paso importante en la diversificación de su economía dependiente del petróleo con la consolidación de las relaciones con Japón.
Los dos países firmaron siete acuerdos de entendimiento (MoU) para empezar una mayor cooperación entre Riad y Tokio.
El príncipe adjunto, Muhammad Bin Salman, se reunió con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en la capital japonesa se reunieron en un esfuerzo por fortalecer las relaciones entre la monarquía del Golfo y la tercera economía más grande del mundo.
Los dos verán ahora una mayor cooperación en la inversión, la producción de energía, la cooperación entre las agencias de prensa y la mejora de la competitividad en los mercados globales, además de construir lazos culturales entre otras áreas.
Los delegados que acompañaban al príncipe adjunto llevaron a cabo una serie de reuniones con sus homólogos japoneses del Ministerio de Economía, Comercio e Industria, organizaciones comerciales y varias empresas japonesas.
El embajador saudí en Japón, Ahmed Bin Younes Al-Barrak, describió la visita del príncipe Muhammad a Japón como de suma importancia.
De acuerdo con la Gaceta Saudí el embajador dijo que las "visitas intercambiadas entre el reino y Japón contribuyeron a una mayor cooperación entre los dos países, con base en el respeto mutuo, para promover una verdadera asociación".
En abril de 2016 Arabia Saudí puso en marcha un ambicioso plan para diversificar su economía a través de la privatización de los bienes del Estado, el aumento de los impuestos y la creación de un fondo soberano de 2 billones de dólares.