El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho hincapié en que una solución política para Siria y la estabilidad en el país devastado por la guerra civil son necesarias para una lucha eficaz contra el grupo terrorista Daesh. Erdogan hizo estas declaraciones durante una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, en el marco de la cumbre del G-20 en China.
Una fuente presidencial turca, que pidió el anonimato debido a las restricciones para hablar con los medios de comunicación, dijo que Erdogan subrayó el domingo que Turquía "nunca permitirá un corredor de terror entre el sur de nuestra frontera y en el norte de Siria".
También informó a Merkel sobre la Operación Escudo de Eúfrates de Turquía, lanzada el 24 de agosto con el objetivo de mejorar la seguridad, el apoyo a las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, y la eliminación de la amenaza terrorista en la frontera turca, a través de los combatientes del Ejército Libre de Siria respaldados por Turquía.
Merkel reiteró el apoyo de Alemania a la lucha de Turquía contra todos los grupos terroristas, especialmente el Daesh.
La canciller también subrayó que Alemania condenó el intento de golpe de estado del 15 de julio -que dejó 240 personas asesinadas y otras 2.200 heridas- y se puso del lado de la democracia.
Erdogan respondió expresando su agradecimiento por las llamadas telefónicas de Merkel en apoyo a Turquía después del fracasado golpe, atribuido a la organización terrorista de Fetullah Gülen (FETO) y el personal militar vinculados a la misma.
Los dos líderes también coincidieron en desarrollar aún más los lazos económicos, políticos y culturales entre Turquía y Alemania.
La decimoprimera cumbre del G-20, a la que asistieron los líderes de los 20 países más industrializados del mundo, se llevará a cabo en la ciudad costera de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, en China, entre el 4 y 5 de septiembre.