Miles de funcionarios leales al clérigo chií, Muqtada al-Sadr, se declararon en huelga el domingo, como última señal de una escalada contra el gobierno iraquí.
El viernes, el clérigo chií instó a los empleados -a excepción de las fuerzas de seguridad- a organizar una huelga de dos días el domingo para ejercer presión sobre el primer ministro Haidar al-Abadi y formar un gobierno tecnócrata.
También pidió a los iraquíes que iniciaran una huelga de hambre en el interior de las mezquitas, santuarios e iglesias a partir del viernes, como una forma de acumular presión sobre Al-Abadi para reemplazar a su gobierno.
Según el reportero de la agencia Anadolu en el lugar, los empleados se congregaron en el exterior de las instituciones gubernamentales con pancartas contra la corrupción.
"Hemos comenzado nuestra huelga en respuesta al llamamiento de Sadr," afirma Ibrahim Falih, uno de los empleados en huelga en la capital, Bagdad.
"Vamos a continuar nuestra huelga hasta el lunes en línea con las directrices de Al-Sadr," dijo.
Durante meses, los leales al popular clérigo chií Muqtada al-Sadr han estado realizando una serie de protestas para presionar al primer ministro iraquí, buscando que éste de paso a un gobierno de tecnócratas no contaminado por la corrupción o las afiliaciones sectarias.
Irak ocupa el 161º de los 168 países en el "índice de percepción de la corrupción" de Transparencia Internacional.