La líder de la extrema derecha australiana del partido One Nation, Pauline Hanson, dijo al Parlamento en su primera intervención de ayer: "estamos en peligro de ser invadidos por los musulmanes, que nos cargarán con una cultura e ideología que son incompatibles con la nuestra."
"Si no están preparados para convertirse en australianos y dar a este país su lealtad total", continuó, "obedecer nuestras leyes, respetar nuestra cultura y formas de vida, entonces les sugiero que se vuelvan de nuevo por donde vinieron".
"El Islam no puede tener una presencia importante en Australia, si queremos vivir en una sociedad abierta, secular y cohesionada".
Hanson continuó diciendo que "el multiculturalismo agresivo" es la causa del aumento de la delincuencia y la disminución de la cohesión social. "Los musulmanes son proclives al crimen organizado", dijo, declarando que los australianos tienen "más miedo" en los barrios musulmanes.
Hanson llamó a una prohibición del burka y las empresas australianas que pagan por una certificación Halal, que según ella está costando a los australianos 10 millones de dólares al año.
El líder verde, Richard Di Natale, y sus senadores se retiraron de la cámara en protesta durante su discurso. Di Natale después tuiteó: "El racismo no tiene cabida en el parlamento".
En los años noventa Hanson declaró que Australia estaba en riesgo de ser "inundada por los asiáticos" que "tienen su propia cultura religión, guetos y formas de vida que no se asimilan".
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