El pasado 26 de agosto, un palestino fue disparado por la espalda. Los tiros procedían de cañones israelíes empuñados por soldados para quienes esta víctima no suponía ninguna amena, según el informe que realizó la ONG israelí B’Tselem, esto sucede a menudo.
Iyad Hamed, de 37 años, fue asesinado junto a una torre de observación militar mientras caminaba de Silwad a la vecina localidad de Yabroud, en el distrito de Ramala.
Como relata B'Tselem, el ejército israelí ha cambiado su historia en varias ocasiones después de los mortales disparos.
En la primera de varias versiones reportadas por los medios de comunicación, el ejército afirmó inicialmente que Hamed había disparado a la torre. A la tarde esto fue sustituido por la afirmación de que lanzó un cóctel Molotov. Con el tiempo, el ejército alegó que Hamed había corrido hacia ellos mientras estaban patrullando cerca de la torre, y que llevaron a cabo el procedimiento de detención de sospechosos, lo cual incluyó disparos al aire.
Sin embargo, testigos contaron a B'Tselem cómo Hamed recibió un disparo mientras corría lejos de la torre, una versión de los hechos admitidos por el post-mortem, el cual mostró que una sola bala había alcanzado a Hamed en medio de la espalda.
Después del tiroteo, las fuerzas de ocupación israelíes "bloquearon el acceso a los palestinos", y también impidieron que el personal de ambulancias de la Media Luna Roja se aceraran a Hamed.
B'Tselem concluye que "los soldados dispararon a Hamed en la espalda mientras él se alejaba de ellos, no suponiendo un peligro para ellos en absoluto." La ONG también señaló que la versión final del ejército sobre los acontecimientos, que los soldados dispararon al aire como advertencia, también es "inconsistente con los hechos."
A pesar del hecho de que "los militares dispararon y mataron a un transeúnte inocente que no era un peligro para nadie", B'Tselem afirma que "la experiencia demuestra que el sistema de aplicación de la ley militar se ocupa principalmente de investigaciones de encubrimiento, en lugar de asegurar la condena por la responsabilidad”.
Por tanto, es "altamente improbable que a los responsables del asesinato de Hamed se les pida rendir cuentas."