Un oficial israelí ha prometido que se impondrán penas estrictas a los civiles palestinos que vivan en las aldeas donde se originaron los ataques contra soldados israelíes.
Las fuerzas israelíes dispararon hoy y mataron a un joven de 18 años, Moussa Muhammed Khaddour, e hirieron gravemente a su prometida, Raghad Abdullah Khaddour, de la misma edad, a la entrada del asentamiento ilegal israelí de Kiryat Arba, a las afueras de la ciudad vieja de Hebrón, después de que supuestamente hubiesen llevado a cabo un ataque, embistiendo a gente con un coche y dejando tres civiles israelíes heridos.
Al menos una hora antes, un ciudadano jordano fue asesinado a tiros por las fuerzas israelíes después de que, presuntamente, llevase a cabo un ataque con un cuchillo fuera de la puerta de Damasco, en la Jerusalén oriental ocupada.
Horas después, otro hombre palestino, que permanece sin identificar, fue asesinado a tiros en la zona de Tel Rumeida de la ciudad vieja de Hebrón, después de que, según los informes, hiriese levemente a un soldado israelí, a poca distancia del supuesto coche que embistió a civiles en un ataque en Kiryat Arba.
En un comunicado, el director de la oficina del distrito de Hebrón de la Coordinadora de Actividades del Gobierno israelí en los territorios de Israel (CogAT), Hariz Safadi, dijo que las autoridades israelíes no podían descartar la posibilidad de imponer medidas punitivas en los pueblos donde los palestinos muertos habían residido.
Añadió que las autoridades israelíes habían logrado "probar" que los Khaddours tenían la intención de llevar a cabo un ataque con un coche y habían descartado la posibilidad de que se tratara de un accidente de tráfico, sin dar más detalles sobre cómo las fuerzas israelíes habían llegado a dicha conclusión.
Dijo que las autoridades israelíes "planean imponer sanciones y medidas de seguridad" en la localidad de Hebrón -área de Bani Naim-, de donde procedían los Khaddours, y sus alrededores.