Los ciudadanos palestinos hacen frente rutinariamente a humillaciones y trato degradante por parte del personal de seguridad de los aeropuertos israelíes, según ha denunciado un grupo pro-derechos civiles.
En una carta dirigida al director general de la Autoridad de Aeropuertos de Israel, el general Avichai Mandelbit, el Centro Jurídico por los Derechos de la Minoría Árabe en Israel, Adalah, le ha instado a frenar por completo “las prácticas ilegales como el registro desnudando al detenido o los agentes de seguridad personalizados que acompañan a lso pasajeros árabes en los aeropuertos”.
La carta de Adalah incluye tres demandas: que se ordene al personal de seguridad de los aeropuertos que actúe solamente en estricta concordancia con su autoridad legal, el fin de las prácticas en las que se pide a los pasajeros que se desnuden por completo o que se les haga acompañar de un escolta durante todo su recorrido por el aeropuerto, y el establecimiento de mecanismos legales claros y la compensación para todos aquellos que se han visto afectados por prácticas ilegales como las descritas.
La Autoridad de Aeropuertos de Israel, en respuesta a la primera carta, rechazó “cualquier intento de insinuar que, en el curso de los procedimientos de seguridad en el aeropuerto de Ben-Gurion se hayan empleado prácticas improcedentes como el desnudamiento de pasajeros o que se les obligue a ser acompañados de un agente de seguridad personal tras la conclusión de los procedimientos de seguridad a los que deben someterse”.
Según este centro con sede en Haifa, “Durante años, las aerolíneas israelíes han hecho de la humillación de los pasajeros árabes una práctica cotidiana, haciéndoles cacheos mientras se encontraban desnudos y obligándoles a ir acompañados de un agente a través del aeropuerto hasta que hayan subido a bordo de su avión”.
El abogado de Adalah, Fady Khoury, denunció que “la Autoridad de Aeropuertos de Israel está negando los múltiples testimonios hechos por testigos que han sido víctimas de estos tratos –incluyendo el desnudamiento y la escolta individualizada- por su personal de seguridad y también ha elegido ignorar la acusación central de nuestra carta de que estas prácticas carecen de base legal alguna”.