Khaled Meshaal, jefe político de Hamás, ha anunciado que no se presentará a la reelección como jefe del grupo palestino el próximo año.
"Khaled Meshaal será ya ex jefe de la oficina política de Hamás el año que viene", dijo durante un discurso en la capital qatarí, Doha, el pasado sábado.
Originalmente palestino de Jordania, Meshaal se trasladó a Siria en 1999. Tuvo que abandonar el país desgarrado por la guerra en 2012, y ha vivido en Qatar durante los últimos cuatro años.
Informes de los medios insinúan que Ismail Haniyeh, el líder adjunto de Hamás, planea competir por la presidencia de la oficina política de la organización para tratar de tener el mismo éxito que Meshaal.
"Las elecciones internas se llevarán a cabo el próximo año y un nuevo militante de Hamás será elegido para la oficina política," dijo Meshaal.
Mientras tanto, Meshaal dijo que Hamás ha cometido un error al descartar la Franja de Gaza por sí misma.
"Nos equivocamos cuando pensamos que la era del grupo palestino Fatah se había acabado y que había llegado el tiempo de Hamás", aseveró.
"Fatah también ha cometido un error cuando se trató de marginarnos," dijo Meshaal.
Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza en 2007, después de luchas intestinas entre esta organización islamista y Fatah, de tendencia nacionalista y laica. Poco después de que Hamás se hiciese con el territorio, Israel reforzó su bloqueo sobre la Franja de Gaza, afectando gravemente a la vida diaria en el enclave costero.
Preguntado sobre la relación de Hamás con Irán, Meshaal dijo que su grupo gestiona sus relaciones con Teherán "en el marco de un equilibrio entre las necesidades y los principios".
Meshaal admitió que Hamás ha perdido mucho apoyo, "ya que se ha puesto del lado de los pueblos".
"Hamás es un grupo de la resistencia y necesita cada una de los medios de defensa. Sin embargo, todavía sigue con su nación y no abandona su posición incluso aunque nos negásemos al uso de las armas", dijo.
Las relaciones de Hamás con Egipto y Siria se han visto afectadas gravemente tras las revoluciones de la primavera árabe -que barrieron la región árabe en 2011-.
Meshaal describió al pueblo de Siria como un "héroe", que fue "víctima de una confabulación internacional sin precedentes".