Los grupos de derechos civiles iraquíes han acusado a su gobierno de permanecer en silencio mientras las milicias y organizaciones promovidas por Irán reclutan niños soldados para luchar en Siria, Al Jazeera informó el lunes.
Los activistas acusaron a Bagdad de adoptar una política de silencio o complicidad mientras Irán utiliza organizaciones y facciones militantes de chiíes armados bajo su control para presionar a los niños a participar en el derramamiento de sangre sirio que se ha cobrado a la fecha 400.000 vidas desde 2011.
Las familias de algunos de estos niños se han quejado de que las autoridades iraquíes han hecho poco para hacer frente a sus graves preocupaciones en relación con el bienestar de sus hijos.
Sus quejas también sugieren que los niños iraquíes son vistos como prescindible, ya que se dejan desatendidos cuando sufren heridas o sus cuerpos no son repatriados a Irak después de haber sido asesinados en la guerra.
De acuerdo con estas familias, Bagdad es plenamente consciente de lo que está pasando sin embargo no hará, o no puede, hacer nada para evitar que suceda. La situación socio-económica de los niños iraquíes está siendo supuestamente manipulada por aquellos que buscan reclutarlos, con promesas de recompensas financieras y espirituales.
Sus demandas incluyen información preocupante sobre que los niños iraquíes se les conceden pasaportes iraníes antes de ser transportados a Irán, lo que sugiere que reciben la formación allí. Luego son trasladados a Siria con el fin de luchar en apoyo del régimen de Assad que actualmente está destruyendo a la oposición mantenida al este de Alepo con el apoyo de Rusia y de Irán.
El uso de niños soldados es un delito bajo el derecho internacional, planteando difíciles cuestiones legales para Bagdad y Teherán.
El jefe del Centro Nacional para la Justicia iraquí, Mohammed Al-Sheikhly, declaró que el gobierno iraquí debe ser considerado responsable del reclutamiento ilegal de niños iraquíes para luchar en campañas militares.
En declaraciones a Al Jazeera, el analista político iraquí Walid Al-Zubaidi dijo: "Este problema [de los niños soldados] se agravó después de la fundación de las Fuerzas de movilización popular (PMF)... y este fenómeno se ha extendido ampliamente, sobre todo en las zonas del sur del país. "
El PMF es una organización militar mayoritariamente chií que se formó en 2014 a raíz de un dictamen del ayatolá Ali Al-Sistani que llamaba a los iraquíes a librar una guerra contra los extremistas de Daesh. Desde entonces, el PMF ha sido acusado de cometer graves abusos sectarios contra la población suní.
Al-Zubaidi también afirmó que se realizó un acuerdo a principios de este mes entre las milicias chiíes iraquíes y los rebeldes hutíes, ambos respaldados por Irán, para reclutar niños iraquíes en el servicio militar en Yemen, aunque no está claro si se obró en consecuencia de este acuerdo.