Las tropas turcas han sido desplegadas en el norte de Irak con el pleno consentimiento de los funcionarios en Bagdad, según declaró el pasado jueves Safin Dizayi, portavoz de la Junta de curda del norte de Irak (GRK).
"Después de que el grupo terrorista Daesh atacase la región del Kurdistán e Irak, muchos países han ampliado el apoyo militar y la formación impartida para luchar Daesh", afirmó Dizayi.
"Con el pleno conocimiento del Ministerio de Defensa iraquí, se establecieron dos bases -en Dubardan y Bashiqa, cerca de Mosul- para proporcionar entrenamiento militar", agregó.
Estas instalaciones, a las que fueron a observar, "tenían el objeto de proporcionar formación a las fuerzas de policía iraquíes y a los voluntarios de la provincia de Nínive, de la cual Mosul es la capital de región".
"El gobierno del Kurdistán, es decir, el GRK, proporcionó los medios necesarios para este proceso", dijo Dizayi.
"Dentro de este contexto, los expertos militares turcos proporcionaron la formación necesaria para la policía iraquí y los voluntarios locales", agregó.
De acuerdo con Dizayi, estas fuerzas ya habían sido visitadas e inspeccionadas "por el ministro de Defensa iraquí".
A mediados de 2014, Daesh capturó Mosul - la segunda ciudad más grande de Irak- a lo largo de vastas extensiones de territorio en las regiones del norte y oeste del país.
En los últimos meses, el ejército iraquí ha logrado recuperar gran parte del territorio. Sin embargo, Daesh permanece en un firme control de Mosul, que las autoridades iraquíes se han comprometido a recuperar a finales de año.
En diciembre del año pasado, Turquía envió unos 150 soldados y cerca de dos docenas de tanques de combate al campamento de Bashiqa, situada a unos 12 kilómetros al noreste de Mosul.
El despliegue -que ha sido criticado por algunos políticos iraquíes- estaba destinado a proporcionar protección a los militares turcos encargados de la formación de los voluntarios iraquíes para combatir Daesh.