Las fuerzas israelíes han disparado y herido a más de 300 palestinos con munición en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza desde enero, según los datos publicados el mes pasado por las Naciones Unidas (ONU).
El número es menor al total real, ya que no incluye las bajas desde finales de agosto.
La mitad de las lesiones a palestinos por fuego en 2016 (153 de 312) se han producido en los campos de refugiados, y un número de aquellos a quienes se les ha disparado ahora sufren discapacidades de por vida.
El verano pasado hubo un aumento en el número de bajas palestinas por armas de fuego israelí - mientras que el promedio mensual entre enero y junio fue de 30 en este tipo de lesiones, de julio a agosto la media mensual fue de 66.
De acuerdo con la OCAH, "el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de ocupación israelíes en las zonas densamente pobladas, con resultado de muerte y lesiones graves, plantea preocupaciones sobre el posible uso de fuerza excesiva que pueda haber dado lugar a ejecuciones ilegales."
OCHA también señala "los datos de varios años" que "indican un aumento en el porcentaje de lesiones por munición real en los últimos años." En 2015, la munición real representó el 11% de todas las lesiones de palestinos, y el 14% en 2016 hasta el momento. En 2010-2013, sin embargo, la cifra se mantuvo entre 2-4%.
El 16 de agosto, las fuerzas israelíes atacaron el campamento de refugiados de Al-Fawwar cerca de Hebrón, matando a un joven palestino de 19 años de edad e hiriendo a 51 residentes, 31 de los cuales fueron atacados con munición. "Muchos de estos últimos fueron disparados en sus extremidades inferiores, ya sea justo debajo de sus rodillas o cerca de sus tobillos", dice OCHA.
La agencia también cita la historia de R un niño de 15 años de edad al que le dispararon en Campo de Belén de Al-Duheisha durante una incursión de arrestos israelí el 1 de agosto. Según R., un francotirador le disparó tres veces en las piernas. Un amigo que corrió a ayudarlo también recibió dos disparos en las piernas.
Tuvo que someterse a seis operaciones quirúrgicas y requiere más tratamiento médico para evitar futuras discapacidades. El niño fue detenido por las fuerzas israelíes dos días después de haber sido entrevistado por el personal de la ONU, y puesto bajo arresto domiciliario durante tres meses.
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