Turquía y Rusia han dejado de lado sus recientes diferencias sobre Siria para firmar un nuevo acuerdo comercial, el cual incluye la construcción de un nuevo gaseoducto bajo el Mar Negro.
Putin, hizo su primera visita a Turquía desde el derribo de un avión de guerra ruso por Turquía, dijo que los dos países ahora podrían volver a la cooperación en todas las áreas y agradeció al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, por la "atención que ha dedicado al desarrollo de las relaciones turco-rusas".
El objetivo central de la visita de un día fue la firma de un acuerdo sobre la construcción del gasoducto TurkStream previsto para bombear gas ruso a través de dos líneas en aguas turcas en el Mar Negro hacia Europa.
Luego de completarse su construcción en 2019, la tubería se convertirá en la primera en ser utilizada para el transporte de gas a los consumidores turcos y la segunda a Europa.
El presidente ejecutivo del gigante del gas ruso Gazprom, Alexei Miller, dijo en un comunicado que el acuerdo intergubernamental había creado la "base legal" para el proyecto después de un memorando de entendimiento anterior de 2014.
Erdogan también ha anunciado que las dos partes acordaron acelerar un plan para que Rusia construya su primera planta de energía nuclear en Turquía, en Akköy en el Mediterráneo.
En su discurso ante el Congreso Mundial de Energía antes de sus conversaciones bilaterales, Erdogan planteó la difícil situación de los sirios, pero no hizo mención a Rusia o al régimen de Assad.
Ambos líderes acordaron trabajar juntos para asegurar que la ayuda pueda llegar a Alepo. No hicieron mención de sus diferencias sobre el conflicto de Siria o sobre cualquier avance.