Saleem Al-Madhoun era un ambicioso y exitoso fabricante de muebles, pero después del deterioro de la situación económica en la Franja de Gaza, recurrió a la industria antigua para hacer modelos, principalmente coches de madera, que se utilizan para decorar los hogares y oficinas, también hacía plumas de madera entre otros objetos decorativos.
Su negocio comenzó cuando Saleem decidió crear un tren con el que había estado soñando desde su juventud. Ahora, sin embargo él hace los coches clásicos.
Las piezas toman muchas horas y requieren de trabajo detallado y habilidades; sin embargo, es algo que sólo se puede hacer cuando tiene electricidad en su taller.
Los cortes de electricidad en la Franja de Gaza no son los únicos problemas que limitan su trabajo, Saleem también tiene dificultad para encontrar la madera que requiere para sus creaciones.
Además de esto, las condiciones económicas en Gaza implican que no hay mercado para las creaciones de Saleem en Gaza y que es incapaz de cubrir sus costes, de aproximadamente 100 dólares cuando los vende en el enclave sitiado. En cambio, tiene que recurrir a medidas difíciles para enviar los artículos a la Cisjordania ocupada, donde al menos los turistas son capaces de comprar.
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