Un grupo de unos 20 trabajadores comenzó a destruir, poco a poco, las estructuras de la 'Jungla de Calais', con martillos, mientras dos pequeñas excavadoras podían verse esperando cerca.
La demolición del campo estaba programada para llevarse a cabo como parte de los planes del gobierno para desactivarlo. Hasta el inicio de esta semana fue el hogar de más de 6.000 personas, la mayoría de ellos tenían la esperanza de llegar a Gran Bretaña a través del mar.
El gobierno ha estado empujando a la gente a los centros de reasentamiento en otros lugares de Francia.
Un gran incendio era visible en la parte norte del campo hoy, mucho más grande de lo que se puediera ver cualquier día en el campo migratorio, según un reportero de Reuters en la zona. El fuego se apagó por la tarde.