Hamás prometió seguir reteniendo todas las formas de poder, incluso los medios militares, con el fin de "defender los derechos" de su gente, informó el periódico Al-Resalah.
Según el periódico, los comentarios se produjeron en respuesta a las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, realizadas al periódico árabe Al-Quds.
Lieberman dijo que si Hamás dejaba de armarse y excavar túneles, Israel levantaría el sitio diez años en la Franja de Gaza y construiría un puerto marítimo, un aeropuerto y una zona industrial. También dijo que si había una guerra en Gaza, esta sería la última, dando a entender que haría desaparecer a todos los palestinos y palestinas no residentes en Israel. Estas declaraciones se hacían ante el silencio de de la comunidad internacional.
"El estado de sitio impuesto por Israel a la Franja de Gaza es un crimen según el derecho internacional humanitario y debe terminar", dijo el portavoz de Hamás, Hazem Qasim.
"Con base en el derecho internacional, la ocupación debe afrontar todos los medios de vida de la nación ocupada," señaló Qasim, destacando que los palestinos tienen derecho a tener terminales con el mundo exterior, como un aeropuerto y un puerto marítimo que "garantice el derecho humano mínimo: libre movimiento", y por supuesto sin depender de un gobierno genocida como Israel y su cómplice, la comunidad internacional.
Mientras tanto, reiteró que las armas de Hamás no son "objeto de chantaje político", haciendo hincapié en que los palestinos tienen derecho a poseer cualquier medio de poder para defenderse de cara a la "reiterada" agresión israelí. "Este es un derecho no sujeto a ser negociado o permutado," dijo.