En los últimos días se ha venido produciendo un auge en las especulaciones y comentarios en relación al aparente abandono por parte de Turquía de su aliado, los Hermanos Musulmanes, después de que Ankara descubriera que su relación con la organización islamista ha dañado severamente su relación con la comunidad internacional. Quienes argumentan así son los mismos que aseguran que Turquía cerrará pronto las tiendas y locales de los simpatizantes la Hermandad en el país.
Aquéllos que siguen la evolución de las relaciones entre Turquía y los países árabes saben que estas especulaciones y análisis, que tienen muy poco de válidos, comenzaron a producirse poco después de que el ministro de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Abdullah Bin Zayed, visitara Turquía para reunirse con su homólogo turco, el ministro Mevlut Cavusoglu y con el presidente Recep Tayyip Erdogan. No es ningún secreto que las personas que hay detrás de estas especulaciones son por otra parte colaboradores cercanos del gobierno emiratí o ciudadanos de otros países árabes que se mueven en la órbita de Abu Dhabi.
Tras el estallido de la Primavera Árabe y el apoyo de Turquía a los pueblos árabes que se rebelaron contra los regímenes opresivos y dictatoriales con aspiraciones de libertad y dignidad, Abu Dhabi comenzó una ofensiva para demonizar a Erdogan y al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco). Como resultado de esto, Abu Dhabi tuvo que justificar su repentino giro político cuando cambió su posición de cara a Turquía y a su presidente, por lo que dispuso una visita oficial a Ankara y Estambul enviando al ministro de Exteriores emiratí a sonreír posando junto a Erdogan.
Emiratos Árabes ha venido retratando a Erdogan como el protector de los Hermanos Musulmanes, la cual era clasificada por los emiratíes como un organización terrorista y el enemigo público número uno. Más aún, Erdogan era descrito como un ijwani, es decir, un miembro de la Hermandad. No fue fácil para los funcionarios emiratíes admitir que todas sus denuncias contra Erdogan eran meras difamaciones y una serie de mentiras. Así, comenzaron a elaborar una forma de salir de esta incómoda situación fomentando las especulaciones anteriormente descritas, sabiendo que quienes fueron tan ingenuos para creerse sus mentiras hasta hoy seguirían creyéndoles sin importar lo irracionales que sus argumentos pudieran llegar a ser.
Hay una auténtica guerra psicológica entre aquellos que combaten a los Hermanos Musulmanes y aquellos que se solidarizan con la Hermandad por su injustificada exposición a todo tipo de ataques y difamaciones. En esta guerra, el primer bando no quiere dar alegrías al segundo, o admitir que que se marcaron un tanto con la visita del ministro emiratí de Exteriores a Ankara y Estambul. Por este motivo, el bando anti-Hermandad está intentando atacar al bando pro-Hermandad a través de la difusión de rumores creados en Abu Dhabi.
Uno de los objetivos que hay detrás de la difusión de los rumores de que el gobierno turco ha renegado de los Hermanos Musulmanes y que ha comenzado a clausurar las oficinas vinculadas a la Hermandad es generar una sensación de miedo en el corazón de los egipcios que han conseguido escapar de la opresión del golpe de Estado y de un Egipto cuya situación empeora día a día. Estas personas han encontrado una sensación de paz, seguridad y estabilidad en Turquía. En otras palabras, los funcionarios de EAU quieren enviar un mensaje a los egipcios que viven en Turquía de que el gobierno turco puede traicionarles en cualquier momento, buscando crear un conflicto entre ellos y el gobierno turco para desgastar su ahora elevada moral.
En realidad, no hay ninguna alianza oficial entre Turquía y los Hermanos Musulmanes para que nosotros podamos discutir si el gobierno turco ha renegado o no de esta organización, ya que Turquía es un Estado, mientras los Hermanos Musulmanes son una organización. Sin embargo, la gente con pocos dedos de frente cree que todo el mundo piensa como ellos, e imaginan que el apoyo de Turquía a las naciones oprimidas que exigen libertad y democracia no se pueden haber debido a otra causa que a una alianza con los Hermanos Musulmanes. No quieren que nadie se acuerde de su escandalosa campaña contra el presidente turco, que no puede ser borrada con una simple sonrisa.
Turquía conoce muy bien qué significa levantarse en apoyo de la voluntad libre de los pueblos que exigen justicia, y su postura contra el golpe de Estado en Egipto no fue el resultado de su apoyo a ninguna facción o partido en particular. Quizá el deterioro de la situación en Egipto a día de hoy constituye una evidencia de que Turquía abogó en su momento por la decisión correcta oponiéndose al derrocamiento mediante un golpe militar de un presidente elegido democráticamente. Esta posición honrosa todavía permanece, y no cambiará para agradar a aquéllos que han desarrollado una fobia contra la Hermandad. A nuestros hermanos egipcios les digo: os abrimos nuestros corazones después de que abriéramos los ojos. Sabed que vuestras tiendas están a salvo.
Traducido de Arabi21, 26 de Octubre de 2016