Las fuerzas de Daesh en Irak han secuestrado a decenas de miles de hombres, mujeres y niños de las áreas de los alrededores de Mosul y los están utilizando como "escudos humanos" en sitios estratégicos de la ciudad cuando las tropas iraquíes avanzan, según informó hoy la oficina de derechos humanos de la ONU.
El grupo mató al menos a 232 personas el miércoles, incluyendo a 190 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes (FSI) y 42 civiles que se negaron a obedecer sus órdenes, dijo la ONU.
"La depravada y cobarde estrategia [de Daesh] es tratar de utilizar la presencia de civiles para convertir ciertos puntos, zonas o fuerzas militares en inmunes a las operaciones militares, utilizando efectivamente a decenas de miles de hombres, mujeres y niños como escudos humanos", dijo Zeid Ra'ad Al Hussein, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Anteriormente, el portavoz de derechos humanos de la ONU Ravina Shamdasani citó "informes creíbles" sobre Daesh donde se decía que había forzado a salir a "decenas de miles de personas de sus hogares en los distritos alrededor de Mosul y habían reubicado a la fuerza a un buen número de civiles dentro de la propia ciudad." Para "usarlos como escudos humanos, para poder mantenerlos cerca de instalaciones militares... para intentar frustrar la operación militar contra ellos", dijo en una conferencia.
En dicha operación, hace unos días se mataron a más de 900 personas entre militantes de Daesh y civiles de sus tierras ocupadas.
Casi 8.000 familias, de aproximadamente seis personas cada una, fueron secuestradas en cuatro distritos, incluyendo Shora, dijo. "Muchos de los que se negaron a consentir esto fueron asesinados de inmediato."
Otros frentes de la liberación de Mosul
Milicias y grupos paramilitares chiíes participan en la liberación de Mosul. Hay quienes les acusan de estar apoyados por Irán mientras obvian el apoyo de otras potencias extranjeras a otros grupos, incluido Daesh.
Que las milicias chiíes estén apoyadas o no por Irán, realmente no es nada que sorprenda, pues el principal problema de de Irak y los iraquíes, sean de la confesión que sean, es la intervención extranjera desde hace ya casi más de una década y dos.
Al Hussein, funcionario en la ONU en la sección para los derechos humanos, ha expresado su profunda preocupación por la posibilidad de que las milicias chiíes en las áreas al sur de Mosul “comentan homicidios por venganza” y el hecho de que hayan, supuestamente, prometido que habría venganza de 'ojo por ojo' contra quienes se alinearon con Daesh. Al Hussein considera, como es propio de las gentes de su cargo, que todos los militantes de Daesh capturados o sospechosos de haber militado en Daesh han de pasar por un juicio y someterse a los procesos convenientes según el Derecho Internacional, a pesar de que este se viole día tras día.
En Irak, desde hace ya mucho tiempo, se cometen atrocidades diarias contra militantes de diferentes partidos, contra civiles y contra cualquiera que se interponga en el camino, aunque de manera involuntaria, de los intereses de las potencias internacionales que operan en el país. La batalla de Mosul, en aras de su “liberación”, no parece ser más que la excusa perfecta para no considerar crímenes contra el Derecho Internacional las muertes de cientos de civiles que viven bajo dominio de Daesh aunque no concuerden con él ideológicamente.
El temor a las represalias por motivos de etnia o confesión que tanto asustan ahora a los funcionarios y encargados de la ONU en cuestión de derechos humanos, es el mismo argumento por el que se justifican las muertes de cientos de civiles en Irak, Mosul u Oriente Medio en general, no desde ahora sino desde hace mucho tiempo.
Las milicias chiíes que tanto preocupan comparten religión con los miles de chiíes asesinados por Daesh cuyas muertes, en Occidente, parecían no significar nada, ¿por qué ha de importarnos, sin embargo, su supuesta venganza?