Bajo las presidencias de Hugo Chávez (1999-2013) y ahora la de Nicolás Maduro (2013-presente), Venezuela ha sufrido cambios significativos en su política económica. Un área notable de cambio ha sido su política exterior. La retórica y las políticas del gobierno venezolano acerca de la ocupación de Palestina por el Estado de Israel tanto con Chávez como ahora con Maduro han expresado un gran sentido de solidaridad con la causa palestina, denunciando regularmente las políticas de ocupación y segregación racial de Israel. Venezuela ha encabezado los esfuerzos diplomáticos contra las agresiones israelíes y ha establecido fuertes lazos diplomáticos y económicos con las autoridades palestinas, incluyendo acuerdos petroleros, ayudas de emergencia y becas a estudiantes de medicina palestinos.
En 2009, el gobierno de Venezuela rompió su relación con Israel como respuesta a su "Operación Plomo Fundido": varios ataques en la franja de Gaza que resultaron en la muerte de 1.417 palestinos, según el Centro Palestino de Derechos Humanos. Chávez acusó a Israel de "terrorismo estatal" y dijo que las hostilidades de Israel "han costado la vida de personas vulnerables e inocentes: niños, mujeres y ancianos". En 2011, el gobierno de Chávez apoyó el intento de Palestina de ser reconocida como un Estado independiente por la ONU, con manifestaciones a favor de Palestina celebradas por toda Venezuela. El presidente le escribió una carta personal al Secretario General de la ONU que abogaba por el Estado palestino y criticaba la "barbarie" que suponían las políticas de Israel hacia el pueblo palestino. En noviembre de 2012, el presidente Chávez condenó el "Pilar de humo", una serie de ataques aéreos israelíes sobre la franja de Gaza, como "salvajes", y pidió el fin de estas "agresiones" contra Palestina.
Tras la muerte de Chávez por cáncer en marzo de 2013, Venezuela ha seguido expresando su solidaridad con Palestina bajo la presidencia de Nicolás Maduro. En julio de 2014, durante la "Operación del Borde de Protección" del ejército israelí, que consistía, de nuevo, en ataques sobre la franja de Gaza; Maduro lanzó la campaña de "SOS Palestina" para exigir a Israel el fin de los bombardeos. "Ya es suficiente, me he unido a la campaña de #SOSPalestina, animémosla", dijo a sus partidarios durante una emisión televisiva. Maduro les pidió a sus conciudadanos que se unieran a la campaña, declarando que "el pueblo palestino tiene derecho a vivir en sus tierras ancestrales en paz... nuestra posición internacional en el problema de Palestina es la justa y continúa la política del comandante Hugo Chávez".
Venezuela no estuvo sola a la hora de condenar los ataques de Israel en Gaza. Como escribía el doctor Daud Abdullah en un artículo para MEMO en agosto de 2015, "cada ataque sucesivo supuso fuertes olas de solidaridad en países de América Latina, algunos llegando incluso a expulsar a los diplomáticos israelíes en el país y a retirar sus embajadores en Tel Aviv". Tras los ataques a Palestina en 2014, cinco países latinoamericanos - Ecuador, Brasil, Perú, Chile y El Salvador - retiraron a sus embajadores de Israel a modo de protesta. En Bolivia, que, como Venezuela, rompió sus lazos diplomáticos con Israel en 2009, el presidente Evo Morales tachó a Israel de ser un "Estado terrorista".
En Venezuela, la gente salió a las calles para expresar su solidaridad con Gaza y para protestar contra los ataques del gobierno de Israel. En mayo de 2015, durante una visita a Venezuela, el Ministro de Exteriores palestino Riyad Al-Maliki declaró que Venezuela "es el aliado más importante de Palestina". "Es un país que da sin pedir nada a cambio", añadió.
Wills Rangel, presidente del mayor sindicato de Venezuela, la Unión Socialista de Trabajadores Bolivarianos (USTB); y Jacobo Torres, oficial internacional de la CBST; visitaron hace poco Reino Unido. La CBST está compuesta de 17 de las 19 federaciones sindicales de Venezuela, e incluye a alrededor de 2,5 millones de trabajadores, más del 85% del número total de trabajadores organizados en sindicatos en el país. Durante su visita, hablaron con MEMO sobre la solidaridad del gobierno venezolano hacia el pueblo palestino y sobre los movimientos obreros organizados.
Wills Rangel, presidente de la USTB
La prominencia que ha tenido el pueblo palestino en Venezuela se debe a Chávez. Por eso a menudo hablamos de las cosas en términos de "antes de Chávez" y "después de Chávez". Así, antes de Chávez, los venezolanos no conocían realmente el conflicto entre Israel y Palestina. El gobierno previo al de Chávez se esforzó mucho en ocultarnos nuestra propia historia, y se nos contaba mucho menos sobre lo que les pasaba a nuestros hermanos y hermanas palestinos.
Chávez fue siempre muy claro acerca de la necesidad de solidaridad con Palestina, y estableció el liderazgo ideológico a seguir en relación con el tema. Tenemos relaciones excelentes con el embajador de Palestina en Venezuela. En mi papel como presidente de la USTB, me gustaría poder darles una cálida bienvenida a las gentes palestinas, y hacerles saber que los trabajadores venezolanos son sus hermanos y hermanas y sus aliados incondicionales.
Jacobo Torres, oficial internacional de la USTB
Una de las cosas más importantes que debemos recordar es que la primera persona en romper las relaciones diplomáticas con el Estado sionista fue nuestro comandante Hugo Chávez Frías, después de aquel episodio infame de terrorismo estatal ocurrido sobre el pueblo palestino, sobre todo a aquellos en la franja de Haza. Y, si recuerdo bien, Venezuela fue el primer país en reconocer a Palestina como un Estado independiente, y también fue el primer país en nombrar un embajador en Palestina. En Venezuela tenemos un embajador palestino, con el que tenemos una excelente relación.
Por otra parte, nuestra relación con el movimiento palestino tiene una larga historia. La relación no es tan solo con el movimiento de resistencia, sino con todos los representantes diplomáticos de Palestina en América Latina. De vez en cuando nos reunimos con ellos en Venezuela y apoyamos sus campañas, que denuncian las acciones del Estado sionista. Esto es importante porque una cosa que da sentido a una revolución como la nuestra, que se llama bolivariana1 y por tanto no puede ser excluyente, es dejar claro que la causa palestina es nuestra causa. En el sentido de que no es sólo acerca del abuso sistemático de los derechos humanos del pueblo palestino, sino que, de la misma manera en la que hablamos del derecho del pueblo a la autodeterminación y la soberanía de las naciones, reconocemos en Palestina como un Estado soberano y a una nación hermana.
Creo que es importante destacar que una de las mayores olas de inmigración a Venezuela en los últimos 40 años ha sido la inmigración de árabes a Venezuela2. Tenemos muchos camaradas venezolanos de origen sirio, libanés y palestino, que apoyan la causa palestina y que son parte de nuestro proceso revolucionario. Ya hemos dicho que no tenemos ningún problema con el judaísmo como religión; no tenemos ningún problema con el pueblo judío. A quien condenamos es al Estado sionista, el cual, desde su creación en 1948, ha reprimido a los palestinos gracias a la fuerza imperialista y colonialista de Estados Unidos en su momento. EEUU ha usado Israel para prevenir el desarrollo de la soberanía de los Estados árabes. Siguiendo el ejemplo de nuestro comandante [Chávez], que se comprometió siempre a ser proactivo en la defensa del pueblo palestino, nosotros, como revolucionarios, estaremos siempre al lado de nuestros hermanos y hermanos palestinos, donde quiera que estén.
1: El proceso político de Venezuela desde la elección de Hugo Chávez es llamado a menudo la "Revolución Bolivariana", bajo el nombre del líder revolucionario venezolano Simón Bolívar, quien fue una figura principal de las Guerras de Independencia, que buscaban lograr la independencia del reino español a principios del siglo XIX.
2: Hay alrededor de 1.600.000 venezolanos de origen árabe, principalmente de Siria, Líbano y Palestina. Se estima que los venezolanos árabes componen el 5% de la población de Venezuela (31,4 millones).