Las autoridades israelíes decretaron ayer la prohibición de la llamada a la oración musulmana - el adhán- en tres mezquitas del barrio de Abu Dis en Jerusalén, de acuerdo a fuentes locales.
El abogado Bassam Bahr, presidente del comité local de Abu Dis, contó al diario Ma´an que las fuerzas israelíes entraron en la ciudad justo antes de la oración del amanecer en la mañana de ayer.
Según Bahr, las fuerzas israelíes irrumpieron en las mezquitas de Al-Rahman, Al-Taybeh y Al-Jamia de la localidad, e informaron a los almuecines, (los responsables de efectuar la llamada a la oración, que suena cinco veces al día desde los alminares de las mezquitas) que la llamada a la oración del alba a través de los altavoces había sido prohibida.
Bahr añadió que los soldados no dieron ninguna razón para tal prohibición, pero que advirtieron a los residentes de la zona oriental de la localidad de que no se dirigieran a la mezquita de Saladino para las oraciones matinales.
Bahr condenó esta "prohibición injustificada", asegurando que "Israel ataca a los palestinos en todos los aspectos de sus vidas", a través de la limitación de la libre circulación mediante check-points y la interrupción de la vida cotidiana con las numerosas redadas nocturnas.
Los acontecimientos de Abu Dis llegaron un día después de que varios colonos israelíes del asentamiento ilegal de Pisgat Zeev protestaran frente a la casa del alcalde israelí de Jerusalén Nir Barakat por la "contaminación acústica" causada por la llamada musulmana a la oración.
Un portavoz del ayuntamiento de Jerusalén dijo a Ma'an que Barakat, "en colaboración con el jefe de policía del distrito de Jerusalén y los líderes musulmanes locales, ha desarrollado un plan para proteger la libertad religiosa del almuecín musulmán para hacer la llamada a la oración, al tiempo que se garantiza una tranquilidad razonable en las zonas residenciales de Jerusalén".
El portavoz agregó que la nueva normativa del municipio incluiría "mayores instrucciones para los almuecines sobre las directrices técnicas para una reproducción y amplificación del sonido óptima, un mayor mapeo de las mezquitas de las ciudades y un diálogo continuo con los líderes musulmanes locales".
Adnan Al-Husseini, el gobernador de Jerusalén nombrado por la Autoridad Nacional Palestina, declaró a Ma'an que la llamada a la oración era uno de los principales rituales religiosos musulmanes y una parte integral de la identidad de Jerusalén. En su opinión, las exigencias israelíes de bajar el sonido del adhán son una amenaza que ya se ha producido en anteriores ocasiones en Jerusalén.
Al-Husseini recordó que el sonido del adhán no sube por encima de un nivel acordado, agregando que los colonos israelíes no se molestaron por el ruido, sino porque la llamada a la oración supone un recordatorio de la presencia palestina en Jerusalén.
Por su parte, Hatem Abd Al-Qader, el funcionario de Fatah a cargo de los asuntos de Jerusalén, dijo a Ma'an que Israel tenía como objetivo provocar una reacción de los musulmanes al intentar prohibir la llamada a la oración.
Abd al-Qader señaló que las protestas de los colonos israelíes contra el adhán se produce en medio de constantes violaciones y incursiones en la Mezquita Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este y la demolición de las tumbas musulmanas de la ciudad santa, que en su opinión forman parte de un plan para destruir las identidades palestina, musulmana y cristiana de Jerusalén y reemplazarlas por una judía, convirtiendo el conflicto político israelí-palestino en uno de tipo religioso.
Las comunidades palestinas en la Jerusalén oriental ocupada - dentro de los límites municipales y también más allá del muro de la Cisjordania ocupada - , que forman el distrito más grande de Jerusalén, han sido durante mucho tiempo atacadas por las autoridades israelíes, en lo que ha sido denunciado como una política de "judaización" de la ciudad tres veces santa, en detrimento de las otras comunidades religiosas históricas.