Los trabajadores humanitarios en Alepo oriental distribuyeron ayer las últimas raciones de alimentos, mientras que el cuarto de millón de personas asediadas en la ciudad siria se preparan para el cruel invierno que se avecina, afirma Jan Egeland, asesor humanitario de la ONU.
Cuando habló en Ginebra, Egeland declaró que esperaba un acuerdo de cuatro partes sobre un plan humanitario que la ONU envió a todas las partes del conflicto hace varios días. El plan cubre la entrega de alimentos y suministros médicos, evacuaciones médicas y el acceso de médicos a la zona.
"Creo que conseguiremos evitar el hambre en masa este invierno", declaró Egeland a los periodistas en Ginebra, señalando que las últimas ayudas que recibió Alepo oriental llegaron a principios de julio.
"No creo que nadie quiera que un cuarto de millón de personas estén muriéndose de hambre en Alepo oriental", dijo.
Algunas familias en la zona controlada por la oposición no han recibido comida en varias semanas, y los precios de los alimentos están subiendo vertiginosamente, declaró. Unas 300 personas están enfermas o heridas y necesitan una evacuación médica, añadió el asesor de la ONU.
El gobierno sirio rechazó una solicitud de la ONU para enviar ayuda a Alepo oriental en noviembre, pero Egeland afirmó que confiaba en que Damasco lo permitiese si la nueva iniciativa humanitaria de la ONU era aceptada por todos los bandos. Declaró que también tenía la clara impresión de que Rusia continuaría con su tregua en los ataques aéreos sobre la ciudad norteña.
El ejército ruso continuará organizando alto el fuegos unilaterales, también llamadas "pausas humanitarias", en Siria, declaraba hoy el vicecanciller Segei Ryabkov a la agencia Interfax.
La agencia de refugiados ACNUR dijo que una encuesta basada en casi 400 entrevistas realizadas en Alepo occidental entre el 24 y el 26 de octubre confirmaban que el 44% de los encuestados deseaban huir si existiese una salida segura, mientras que el 40% prefería quedarse.
"Aquellos que querían quedarse o no conocían ningún lugar seguro al que ir, o querían permanecer junto a sus familiares, o no podían permitirse la mudanza, o temían que jamás puedan regresar a sus hogares", declaró ACNUR.
Al preguntarle sobre sus expectativas de la administración de EEUU del presidente electo Donald Trump, Egeland dijo: "Siria tiene la peor guerra, la peor crisis humanitaria, la peor crisis de desplazados, la peor crisis de refugiados de toda una generación. Así que esperamos que haya ayuda ininterrumpida de EEUU en los próximos meses".