El presidente sudanés, Omar Al Bashir, anunció el domingo una suspensión indefinida de las negociaciones de paz con los grupos rebeldes.
"No habrá ninguna conversación con los rebeldes dentro o fuera del país", dijo Bashir durante una reunión con altos oficiales del ejército en la sede del Ministerio de Defensa en Jartum, la capital del país.
"Nunca hablaremos con ellos y no permitiremos que estén integrados dentro del ejército nacional bajo ningún tipo de acuerdo", subrayó.
El Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLM-N), que lucha contra el gobierno en las regiones del Kordofán y el Nilo Azul, fronterizas con el proclamado Estado de Sudán del Sur pero aún en territorio del norte, suspendió las conversaciones de paz con Jartum después de que el grupo pro-derechos humanos Amnistía Internacional acusase al gobierno sudanés de usar armas químicas contra civiles en la desgarrada provincia de Darfur.
AI, con sede en Londres, afirma que hasta 250 personas habrían muerto en el ataque químico, una denuncia que es negada por el gobierno.
Bashir también advirtió al vecino Sudán del Sur de que no se le ocurra apoyar a los grupos rebeldes en el norte de Sudán.
"Nuestro mensaje a nuestros hermanos de Sudán del Sur es que si quieren la paz estamos listos; de lo contrario también estamos listos", dijo.
"Volvemos a decir que los rebeldes del SPLA, que luchan contra nosotros en el Kordofán del Sur y el Nilo Azul, siguen formando parte del ejército del sur de Sudán, así que no tendremos conversaciones con ellos", dijo.
Sudán y Sudán del Sur han intercambiado acusaciones de apoyo a los rebeldes desde que este último se separó del norte en 2011.
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