Un alto funcionario británico reconoció que la Declaración de Balfour 'tenía sus defectos' hace un par de días en un debate en el Westminster Hall.
El debate, controlado por la diputada conservadora Caroline Ansell, se centraba en el próximo centenario de la Declaración de Balfour de 1917 y en cómo el gobierno debería reaccionar a este aniversario.
Tobias Ellwood, subsecretario de Estado de Asuntos Exteriores y Mancomunidad, que representaba al gobierno en el debate; parecía intentar encontrar un equilibrio, diciendo que, si bien el centenario será destacado, "ni lo celebraremos ni nos disculparemos".
Ellwood admitió que "la Declaración de Balfour tenía sus defectos"; mientras que "pedía la protección de los 'derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías de Palestina'", dijo que "debería haber protegido también sus derechos políticos, especialmente su derecho a la autodeterminación".
Ellwood también vinculó el documento histórico al impasse actual, señalando que "Israel ha logrado un Estado, mientras que los palestinos no lo han conseguido". "El gobierno británico tiene muy claro que la ocupación de territorios palestinos es inaceptable e insostenible", añadió.